Depresión posparto
Lactantes de madres con depresión postnatal propensos a desarrollar conductas agresivas y desórdenes de adaptación durante la pubertad
La depresión maternal es un reconocido factor de riesgo para un comportamiento difícil durante la niñez, siendo muy influyente la presencia de episodios depresivos de la madre. En detalle, la depresión maternal después del parto está asociada con problemas emocionales y de comportamiento durante la infancia temprana. Los lactantes cuando se encuentran presionados por este problema afectivo tienden a tener trastornos atencionales, cognoscitivos y una función anormal del cerebro. Algunos investigadores encontraron que los efectos de la depresión postnatal sobre los niños pueden ser explicados por los subsecuentes problemas de salud mental de las madres o por dificultades dentro de la familia. Los problemas desarrollados por los niños de mujeres posnatalmente depresivas se mantienen en los años siguientes a la niñez.
Durante los primeros meses de vida, los lactantes con interacciones típicas a través de los cuidados personales, aprenden cómo calmarse y a desplegar su atención con eficacia, las regulaciones de la atención y la emoción son realizadas por ellos mismos. Este proceso de desarrollo normativo se ve interrumpido por la depresión postnatal, las madres suelen responder contingentemente menos a sus bebés y las interacciones madre-hijo se ven caracterizadas por la angustia de parte de los niños, así como también por la de las madres. La experiencia de apenarse y la falta de interacción contingente hace más difícil que los lactantes alcancen la autorregulación y así dirigen su atención y acciones menos eficientemente, regulando sus respuestas hacia la frustración, además, la carencia de sensibilidad a las necesidades infantiles predice desórdenes quebrantadores de comportamiento en la niñez. Esta relación sugiere que puede haber una vía de desarrollo a partir de la depresión postnatal para el peligro de originar desórdenes de comportamiento en los niños, incluyendo una violencia abierta.
Para evaluar la influencia de la depresión postnatal en el comportamiento violento de los niños mediante factores que se asocian a la salud mental de las madres y al comportamiento violento de ellos, investigadores de la Universidad de Cardiff (Inglaterra), llevaron a cabo un estudio con 122 familias de una muestra británica urbana. Dos tipos de factores fueron examinados en el estudio, aquellos pertenecientes a la salud mental de las madres y los problemas de comportamiento de los hijos en el curso de sus vidas, además, de los aperentes efectos del grupo familiar.
Las madres fueron entrevistadas durante el embarazo, a los tres meses del parto y cuando sus hijos tenían uno, cuatro y 11 años. También se realizaron cuestionarios sobre los síntomas violentos durante la pubertad a madres, profesores y niños. El modelo de análisis utilizado reveló que la violencia del niño estuvo predicha por la depresión postnatal de la madre, e incluso cuando ésta se presentaba durante el embarazo. La violencia se asoció a síntomas de déficit atencional e hiperactividad y a problemas con el manejo del temperamento. Sin embargo, aquellos niños cuyas madres habían estado deprimidas durante los meses posteriores al parto eran más violentos, especialmente si la depresión tuvo lugar en los tres primeros meses después del parto o al menos una vez después del nacimiento. La violencia, que radicaba principalmente en peleas con sus compañeros, fue más común entre los púberes de 11 años que entre las chicas de su misma edad, generalmente por problemas en la regulación de su atención y emociones.
Para los autores, los resultados y las conclusiones de éste y otros estudios similares dejan claro que el estado mental de la madre después del parto es un factor de riesgo fácilmente identificable para el desarrollo intelectual y social del niño, aunque también es factible que los problemas de atención y emoción de estos niños tengan en parte un origen biológico, posiblemente relacionado con mecanismos hormonales.
Fuente bibliográfica
Dev Psychol 2003; 39(6): 1083-94