Epidemiología
Mujeres son más sensibles a daños del tabaco
En todo el mundo, hay 1,1 millones de fumadores, de los cuales una quinta parte son mujeres. Cada año, más de 5 millones de muertes se atribuyen directamente al hábito de fumar, con 1,5 millones correspondientes a mujeres. Estas cifras se incrementarán a unas 8 millones de fumadoras y 2,5 millones de muertes para el 2030 si las tendencias actuales respecto al consumo de tabaco persisten.
Epidemiólogos de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, estimaron el efecto del tabaquismo sobre la enfermedad cardíaca coronaria en mujeres en comparación con los hombres después de considerar las diferencias de sexo. Se realizó una revisión sistemática y meta-análisis de estudios prospectivos publicados entre 1 de enero 1966 y 31 de diciembre de 2010, a partir de cuatro bases de datos en línea. Se seleccionaron estudios estratificados por género, con medidas de riesgo relativo (RR) y la variabilidad asociada, para la enfermedad coronaria y tabaquismo en comparación con no fumadores. Los datos se combinaron con un modelo de efectos aleatorios y se estimaron las razones de RR (RRR) entre hombres y mujeres.
Se examinaron 8.005 resúmenes y se incluyeron 26 artículos, con datos de 3.912.809 personas y 67.075 eventos de enfermedad coronaria a partir de 86 ensayos prospectivos. En 75 cohortes (2,4 millones de participantes) ajustadas para factores de riesgo cardiovascular, la RRR mujer-hombre del hábito de fumar en comparación con los no fumadores para la enfermedad coronaria fue de 1,25 (IC del 95% 1,12- 1,39, p <0,0001). Este resultado se mantuvo sin cambios después del ajuste para el sesgo de publicación y no se observó evidencia de heterogeneidad entre los estudios (p = 0,21). La RRR aumentó un 2% por cada año adicional de seguimiento (p = 0,03). En datos agrupados a partir de 53 estudios, no se encontró evidencia de una diferencia de género en el RR entre los participantes que habían fumado en comparación con aquellos que nunca lo habían hecho (RRR 0,96, IC del 95% 0.86 -1,08, p = 0,53).
En conclusión, no está claro si los mecanismos que subyacen a la diferencias de género en el riesgo de enfermedad coronaria son biológicos o afines a las disparidades en el hábito de fumar entre hombres y mujeres. Se deberían considerar programas de control para mujeres, especialmente en aquellos países donde el tabaquismo femenino ha aumentado considerablemente.
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