Estrés e hipertensión
Jóvenes hostiles e impacientes propensos de sufrir hipertensión arterial a largo plazo
La hipertensión se ha establecido como un importante e independiente factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular, a pesar de los progresos en prevención, tratamiento y control de la presión arterial alta, representando un desafío importante en salud pública. Se estima que unos 43 millones de personas, mayores de 18 años, son hipertensos en Norteamérica y su predominio aumenta agudamente con la edad, aproximadamente en un 3% entre los 18 a 24 años, en un 13% entre los 35 a los 44 años y hasta en un 70% en las persona mayores de 75 años. Sin embargo, estudios de progresión de la hipertensión durante un período crítico de la vida (de la edad adulta joven a mediana edad) han sido limitados.
El papel de los factores sicosociales, tales como el del “patrón de comportamiento tipo A”, síntomas depresivos y ansiedad, en la etiología de la hipertensión es apoyado por muchas investigaciones epidemiológicas. Típicamente, los factores de riesgo sicosociales se estudian individualmente, pero muchas de estas características están altamente correlacionadas, lo cual conduce a la hipótesis de que diversos componentes del patrón de personalidad tipo A pudiesen tener riesgos de salud diferenciados.
Utilizando datos del “Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA) study”, médicos del Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Chicago, investigaron sistemática y prospectivamente la relación de los 3 principales componentes del “patrón de comportamiento tipo A” (hostilidad, urgencia/impaciencia y competitividad), más otros 2 factores sicosociales de importancia (depresión y ansiedad), con el peligro a largo plazo de desarrollar hipertensión. Participaron 3.308 individuos blancos, reclutados a mediados de los años ochenta, cuando tenían entre 18 y 30 años, provenientes de 4 áreas metropolitanas de los Estados Unidos quienes fueron monitoreados durante los años 2000 y 2001.
Se observó una incidencia para la hipertensión al año 15 del seguimiento, en relación a los datos iniciales, de un 13,6% al año 5 y de un 15% anual. Los resultados demostraron que aquellos individuos clasificados en el grupo de comportamiento tipo A, especialmente respecto a la hostilidad e impaciencia, presentaban hasta un 84% más de probabilidades de desarrollar hipertensión al año 15, respecto a las personas consideradas más tranquilas, independientemente de la edad, sexo, raza, educación, índice de masa corporal y actividad física. No hubo tampoco una relación consistente para la competitividad, ansiedad y depresión
Es así, como los autores concluyen, que existiría un incremento del riesgo de desarrollar hipertensión y que este, estaría asociado con una alta tendencia a la urgencia/impaciencia y hostilidad, pero no al exceso, en adultos jóvenes, de competitividad, depresión o ansiedad. El estudio tendría varias limitaciones, por esta razón, se señala que resultaría relevante considerar algunos aspectos en futuras investigaciones, como por ejemplo, el desarrollo de instrumentos psicosociales de adecuada fiabilidad y validez unidimensional. Igualmente, será necesario el desarrollo de estrategias efectivas para reconocer, modificar, aliviar y manejar tendencias psicosociales perjudiciales. Una implementación exitosa de estas estrategias, debería tener implicancias importantes para la prevención y el manejo de la hipertensión y de las enfermedades cardiovasculares.
Fuente bibliográfica
JAMA 2003; 290(16):2138-2148