Otorrinolaringología
Gentamicina intratimpánica controla la enfermedad de Ménière
La enfermedad de Ménière fue descrita por primera vez en 1861 por Prosper Ménière. Se caracteriza por episodios de vértigo, hipoacusia, acúfenos y la plenitud del oído. Ménière fue el primero en reconocer que el aparato vestibular podría ser la fuente de esta perturbación equilibrio. Para diagnosticar la enfermedad de Ménière, el paciente tiene que tener dos o más ataques de vértigo espontáneo que duran más de 20 minutos, la pérdida de audición demostrada en la audiometría de tonos puros por lo menos en una ocasión y tinnitus o sensación de plenitud ótica, cuando otras causas han sido excluidas, por lo general mediante imágenes de resonancia magnética.
Otorrinos del Centro Médico de la Universidad de Monash, Melbourne, Australia, evaluaron la tasa de éxito y las complicaciones del tratamiento con inyecciones de gentamicina intratimpánica al oído medio de pacientes con enfermedad de Ménière que no habían respondido al tratamiento médico. Además, se incluyeron en la muestra individuos con la enfermedad que ya habían sido tratados con inyecciones de gentamicina en el oído medio. Después de cada aplicación del aminoglucósido, los pacientes fueron monitorizados para sus síntomas y la audición. Si los síntomas persistían, se aplicaba otra inyección intratimpánica de gentamicina. Este procedimiento se conoce como el método de titulación variable. Se realizó una revisión retrospectiva, y se utilizaron cuestionarios para evaluar la audición, el estado funcional, tinnitus, sensación de plenitud del oído, y el control de los ataques de vértigo en la respuesta al tratamiento.
Diecinueve pacientes fueron muestreados. Dieciocho (94%) tenían el control total del vértigo. Cinco pacientes (26%) tuvieron malos resultados de audiencia en su audiograma post-tratamiento, con un promedio de pérdida de audición de 13 dB (rango, 5-25 dB). En respuesta a los cuestionarios, todos reportaron una mejoría significativa en la calidad de vida después del tratamiento.
Finalmente, los autores concluyeron que el manejo resultó ser muy eficaz. El método de valoración variable de inyección evitó las inyecciones innecesarias para los pacientes cuyos síntomas ya habían desaparecido.
Temas Relacionados
