Cuidados del corazón
La aterosclerosis en el adulto se podría predecir y prevenir desde la infancia
Cada vez existen más estudios en los que se pone de manifiesto que las enfermedades cardiovasculares no sólo comienzan a mediana o avanzada edad, sino que también durante la infancia. Es lo que constatan dos nuevas investigaciones publicadas en el número del 5 noviembre de 2003 de la revista “JAMA”, que concluyen que la presencia de factores de riesgo, como altos niveles de colesterol y obesidad a temprana edad, se relacionan directamente con signos de arteriopatía en individuos adultos.
Uno de los trabajos, demuestra que la presencia de elevados niveles de colesterol LDL y de obesidad durante la infancia, se asocian de forma significativa al cabo de los años, con el engrosamiento del endotelio de la arteria carótida, esto tras evaluar a 486 adultos entre 25 y 37 años de edad provenientes de Bogalusa, Luisiana, Estados Unidos, quienes que presentaban alterados a lo menos, tres factores de riesgo tradicionales ya desde la infancia, presión arterial, lipoproteínas e índice de masa corporal. El estudio, dirigido entre septiembre de 1973 y diciembre de 1996, fue llevado a cabo por investigadores del “Tulane Center for Cardiovascular Health” de Nueva Orleans (Estados Unidos).
El segundo estudio, a cargo de médicos finlandeses de las Universidades de Turku, Kuoplo y Helsinki, proporcionó similares resultados que el de sus homólogos norteamericanos, tras haber investigado a 2.229 individuos entre 24 y 39 años, los cuales previamente habían sido examinados entre los 3 a los 18 años durante 1980. Las conclusiones indicaron que la presión arterial, el colesterol LDL, el tabaquismo y el índice de masa corporal entre los 12 y 18 años, se relacionaron directamente con el grosor del endotelio de la arteria carótida. Así entonces, los investigadores concluyen, que los perfiles evaluados como factores de riesgo en jóvenes adolescentes entre 12 y 18 años, puede ayudar a predecir en el futuro peligros ateroscleróticos ciertos.
Estos descubrimientos, sugerirían que una exposición temprana a factores de riesgo cardiovascular, pueden inducir a cambios en las arterias, lo que contribuiría a un desarrollo de aterosclerosis carotídea en el futuro, sugiriendo que la prevención de la aterosclerosis y sus consecuentes secuelas, es más efectiva cuando estos factores son tratados oportunamente en la infancia o en la adolescencia.
Así, parece bastante claro que los factores de riesgo cardiovascular en la infancia y la adolescencia, determinan el futuro riesgo de desarrollar aterosclerosis, lo cual subraya la necesidad de comenzar a prevenir desde temprana edad.
Fuente bibliográfica
JAMA 2003; 290 (17): 2271-2276 y JAMA 2003; 290 (17): 2277-2283