Componentes de la dieta y regulación del peso
La normalización en la ingesta de calcio afectaría positivamente al peso corporal de las personas
Recientes informes han demostrado una relación inversa entre la ingesta de calcio y el porcentaje de grasa corporal, aunque varios de estos estudios han sido de tipo observacional, y por lo tanto, incapaz por sí mismos de establecer definitivamente que el cambio en la ingesta de calcio cambiaría el peso corporal. Testimonios a favor publicados, se describen en por lo menos tres ensayos controlados aleatorios, entonces, independientemente de la necesidad de un estudio más profundo, parece razonable que un adecuado consumo de calcio podría reducir el riesgo de obesidad y de paso ayudaría a los regímenes que promueven una pérdida de peso eficaz.
La obesidad se reconoce por ser de característica multifactorial y el consumo de calcio ha sido considerado para explicar de un 3 hasta un 10% de la variación total del peso en el adulto, tal vez un porcentaje relativamente pequeño en la variabilidad total. Por lo tanto, una pregunta más importante sería ¿cuánto afectaría una normalización del consumo de calcio sobre el predominio de la obesidad o del exceso de peso en la población?
El Dr. Robert P. Heaney (Creighton University, Omaha, NE, USA), presenta una tentativa preliminar, utilizando datos ya publicados (presentados como parte del simposio “Dairy Product Components and Weight Regulation”, 2002 Experimental Biology meeting, New Orleans, LA. USA) para contestar a esta pregunta. Los datos editados el año 2000 por el Dr. K. Davies y colaboradores sirvieron de base para este estudio, en donde se re-evaluaron los registros recogidos, principalmente en relación a la determinación de los valores del calcio e índice de masa corporal (IMC). Un total de 564 mujeres fueron divididas en dos grupos, una de mujeres jóvenes y otro de mujeres de mediana edad, que previamente además, habían sido subdivididas en dos subgrupos, a las cuales se les controló su IMC y ganancia de peso.
Del grupo que consumió productos con sólo un 25% del calcio recomendado, el 15% de mujeres jóvenes presentó sobrepeso y esta fracción cayó a sólo un 4% con los productos que contenían calcio con los valores actualmente recomendados. Similarmente, el predominio de la obesidad en esta última cohorte bajó de 1.4 al 0.2% a través de la misma diferencia en la concentración del calcio. En mujeres de mediana edad, aquellas que pertenecían al grupo con dieta baja en calcio ganaron peso, en promedio a tasas de 0.42 kg/año, este aumento cayó a una tasa de -0.011 kg/año en aquellos pacientes que ingirieron productos con valores de calcio normalizado. Aunque la ingesta de calcio explica sólo una fracción pequeña de la variabilidad del peso, el cambio de la tendencia hacia abajo de la media, podría estimar una reducción del predominio de exceso de peso y de la obesidad, quizás entre un 60 a un 80%.
El autor concluye que estos resultados deben ser bien evaluados, si bien no agregan nueva información, ya que este análisis sólo añade nuevas conclusiones en relación a publicaciones anteriores, siendo los 564 individuos la misma base de datos que contribuyen tanto para esta publicación como para las anteriores. En este caso, sin embargo, los datos de los ensayos controlados son provechosos, dado que los valores de calcio utilizados en estas investigaciones, están en el rango deseado y los cambios observados de peso, son por lo menos direccionalmente constantes con las estimaciones propuestas en este estudio.
También es tranquilizante al respecto, el análisis de los datos del estudio NHANES-III publicados por el Dr. M. Zemel y colaboradores en el año 2000, el cual después de ajustar según edad, sexo, raza y consumo de calorías, encontraron una reducción en el riesgo de obesidad para cada cuartil de ingesta de calcio. En el cuartel más alto (aproximadamente igual a las recomendaciones actuales de calcio), el riesgo de estar en el porcentaje más alto de índice de masa corporal se redujo cerca de un 85%. Consistente con estos hallazgos, el reciente informe del grupo de estudio CARDIA, estudio con más de 3000 adultos jóvenes, determinó que el consumo de leche estuvo asociado inversamente al aumento de peso corporal.
Finalmente el Dr. Heaney acota que las ventajas a nivel esquelético y de masa corporal, serían manifestaciones de los efectos pleiomórficos del calcio en la dieta. Ahora, si la mayoría de las poblaciones actualmente se encuentran expuestas a dietas bajas en calcio, una mejoría en la ingesta de calcio podría mejorar la salud de la población a puntos no imaginados. Además, algunos de los factores considerados ser causativos de enfermedades, probablemente resultarán ser sólo factores de predisposición, ya que la verdadera causa, sería la inadecuada ingesta de calcio en la dieta.
Fuente bibliográfica
J. Nutr. 2003; 133: 268S–270S