Enfermedades infecciosas
Toxoplasmosis y Esquizofrenia
Médicos del “Stanley Medical Research Institute, Bethesda, Maryland, USA” y del “Johns Hopkins University Medical Center, Baltimore, Maryland, USA” realizaron una revisión de la evidencia biomédica que relacionaría específicamente a la infección por Toxoplasma gondii como causa de algunos casos de esquizofrenia y algún otro desorden psiquiátrico. El completísimo repaso a la literatura existente sobre el tema, aparece en la edición de diciembre de 2003 de la revista “Emerging Infectious Diseases”, publicada por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.
La esquizofrenia es una enfermedad neuropsiquiátrica de causa incierta que afecta aproximadamente al 1% de la población adulta en los Estados Unidos y Europa. Una creciente ocurrencia de la esquizofrenia en miembros de una misma familia sugiere que factores genéticos juegan una importante función en su etiología y ya se han identificado algunos genes que predisponen a la enfermedad. Los factores ambientales también son importantes, estudios epidemiológicos, por ejemplo, han establecido que el invierno, el crecimiento urbano y la infección perinatal y postnatal, serían elementos de riesgo para la enfermedad. Estos estudios han reencendido el interés por el papel de los agentes infecciosos en la esquizofrenia, concepto propuesto ya en 1896.
Por su parte, T. gondii es un parásito intracelular. Su ciclo vital sólo se puede completar en gatos y otros felinos que son los huéspedes definitivos, sin embargo, también infecta una amplia variedad de intermediarios, incluyendo seres humanos. En muchos mamíferos, se sabe que es una causa importante de abortos e infecciones selectivas de los tejidos del músculo y del cerebro. Una variedad de síntomas neurológicos, incluyendo la descoordinación, temblores, movimientos de cabeza y apoplejía, se han descrito en ovejas, cerdos, ganados, conejos y monos infectados con T. gondii. Los seres humanos pueden infectarse por el contacto con las heces del gato o comiendo carne poco cocida, la importancia de estos modos de transmisión puede variar en diversas poblaciones y la respuesta individual a la infección por Toxoplasma esta determinada por el estado inmune, el tiempo de infección y la composición genética del huésped y del organismo. En humanos, el Toxoplasma es una importante causa de abortos y de partos muertos después de la infección primaria en mujeres embarazadas, también puede cruzar la placenta e infectar el feto. Los síntomas de la Toxoplasmosis congénita incluyen cambios anormales en el tamaño principal de la cabeza (hidrocefalia o microcefalia), calcificaciones intracraneales, sordera, parálisis cerebral, daño retinal y retraso mental, incluso algunas secuelas no llegan a expresarse hasta la segunda o tercera década de la vida mediante hidrocefalia, incremento del tamaño ventricular y finalmente, debilitación cognoscitiva que también se ha observado en algunas personas con esquizofrenia y otras formas de psicosis.
Algunos casos de Toxoplasmosis aguda en adultos se han asociado a síntomas psiquiátricos, tales como ilusiones y alucinaciones. Por ejemplo, una revisión de 114 casos con Toxoplasmosis adquirida observó que los disturbios psiquiátricos fueron muy frecuentes en 24 de ellos. Estudios adicionales han documentado que personas con prueba serológica de infección por Toxoplasma tienen evidencias de cambios psiquiátricos en ausencia de un historial clínicamente aparente de infección por Toxoplasma. Los trabajos en los cuales se han aplicado cuestionarios de personalidad a adultos han indicado que los anticuerpos de suero de T. gondii estarían asociados a alteraciones del comportamiento y de las habilidades psicomotoras, la seropositividad al Toxoplasma también se ha asociado a fatiga en estudiantes.
Finalmente, existen trabajos clínicos que están en curso para probar drogas antimicrobianas contra el Toxoplasma, tales como la azitromicina y trimetoprima-sulfametoxazol, así como también, tratamientos específicos de apoyo para las personas con esquizofrenia. Estas investigaciones pueden conducir a nuevos métodos para el manejo de la esquizofrenia y de otros desórdenes psiquiátricos que podrían estar asociados al Toxoplasma o a otros organismos relacionados.
Fuente bibliográfica
Emerg Infect Dis 2003 Dec; 9(12):1375-1380