Otorrinolaringología
Bacteremia durante la tonsilectomía
La tonsilectomía es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes de la otorrinolaringología. Aunque se realiza generalmente en la población pediátrica, una proporción significativa de adultos también experimenta el procedimiento. A diferencia de muchos otros procedimientos operativos que son cerrados primariamente, la tonsilectomía produce una herida abierta que cura por intención secundaria, pues las superficies de la herida siguen estando abiertas en esta operación, pudiendo esperar que la migración bacteriana en la circulación sistémica pueda ocurrir fácilmente. El riesgo de la bacteremia es relativo, cambiando de una operación a otra, por ejemplo, se ha divulgado que la bacteremia prácticamente no existe durante la colocación del tubo en la timpanostomía, pero si ocurre con frecuencia durante la adenoidectomía, la septoplastía, la rinoplastía y la cirugía endoscópica sinusal. La bacteremia puede conducir a resultados dramáticos en los pacientes que tienen factores de riesgo cardiovascular, por lo tanto, la profilaxis antibiótica antes de la cirugía es recomendada por algunos autores. En la literatura, existen muchos informes relacionados con cultivos sanguíneos tomados directamente después de una amigdalectomía, pero hay poca información sobre el curso de una bacteremia.
El propósito de un estudio publicado por médicos especialistas turcos en la revista médica “The Journal of Laryngology and Otology”, edición de agosto del 2003, fue determinar la incidencia de la bacteremia durante tonsilectomía, la identificación de los organismos que conducen a la infección y el efecto de la sincronización del muestreo para la detección del contagio.
Para ello incluyeron en el estudio a sesenta cuatro pacientes con historial de episodios recurrentes de amigdalitis aguda o sintomatología obstructiva debida a hipertrofia tonsilar y que habían sido admitidos para tonsilectomía electiva, clasificándolos aleatoriamente en dos grupos. Los cultivos de sangre, así como de la superficie tonsilar y los cultivos de tejido más profundos fueron obtenidos de todos los pacientes, antes de la tonsilectomía y hasta 60 minutos después de la operación. Además, las muestras sanguíneas fueron tomadas en el plazo de dos minutos que seguían a la tonsilectomía para el grupo 1 (33 pacientes) y 15 minutos después para el grupo 2 (31 pacientes). La edad de los pacientes se extendía desde los 3 hasta los 35 años. Ninguno de ellos tenía riesgo cardiovascular o habían recibido algún tipo de antibiótico durante los últimos 20 días
En el grupo 1, los cultivos obtenidos en el plazo de los dos minutos fueron positivos en nueve pacientes, mientras que solamente dos de las muestras de sangre, tomadas a los 15 minutos después de la operación, fueron positivas en el grupo 2. La diferencia entre los dos grupos fue estadísticamente significativa (p < 0,05).
Los organismos aislados de la superficie tonsilar no siempre correspondieron con los organismos aislados del tejido profundo. El S aureus fue el microorganismo más común del centro tonsilar y/o de la superficie (18 pacientes), seguido por el S pyogenes (14 pacientes), de H influenzae (11 pacientes) y el S pneumoniae (10 pacientes).
Para los autores de la investigación, este estudio demostró que existe una relación cercana entre el tiempo de muestreo de un cultivo sanguíneo y la incidencia de bacteremia en asociación con la tonsilectomía y que esta incidencia disminuye gradualmente en el tiempo que sigue a la tonsilectomía. La ausencia de crecimiento bacteriano en todos los cultivos obtenidos a los 60 minutos después de la amigdalectomía, incluyendo los casos con bacteremia documentada de cultivos postoperatorios tempranos, sugiere que esta bacteremia es transitoria.
Fuente bibliográfica
J Laryngol Otol 2003; 117(8): 619-23