Cardiología
Síndrome coronario inestable: aplicación de un pretratamiento antitrombótico prolongado antes de la intervención no ofrecería ventajas
En los síndromes coronarios agudos inestables, la revascularización percutánea es frecuentemente precedida por terapia antitrombótica, que tiene por objeto disminuir los riesgos durante el procedimiento. Sin embargo, las evidencias que apoyan el beneficio de esta práctica son escasas.
Un equipo de investigadores liderados por el Dr. FJ Neumann de la Universidad de Munchen, Munich, Alemania, realizó un estudio aleatorio controlado conducido en 2 centros alemanes entre enero de 2000 y abril de 2002, que tuvo por objeto determinar si el tratamiento antitrombótico prolongado, antes del tratamiento intervencional, en comparación con el tratamiento intervencional precoz, mejoraba o no el pronóstico en pacientes con síndrome coronario agudo. El objetivo primario del estudio fue medir la ocurrencia combinada de infarto del miocardio no fatal o de muerte a los 30 días de seguimiento.
Para ello reunieron a 410 pacientes con angina prolongada de reposo o de mínimos esfuerzos (último episodio de dolor dentro de las 24 horas previas a su incorporación al estudio) asociada a depresión del segmento ST y/o elevación de los niveles de troponina T. Fueron aleatorizados en dos grupos: el grupo I, recibió tratamiento antitrombótico por 3-5 días antes de la angiografía coronaria. El grupo II, fue estudiado antes de las 6 horas de haberse iniciado el tratamiento antitrombótico.
El tratamiento antitrombótico en ambos grupos incluyó: heparina no fraccionada intravenosa (bolo de 60 UI/kilo-peso, seguida de una infusión para mantener el TTPK entre 60 y 85 segundos), ácido acetil salicílico (500 miligramos en bolo intravenoso, seguido de 100 miligramos cada 12 horas vía oral), clopidogrel oral (dosis de carga de 600 miligramos, seguida por 75 miligramos cada 12 horas) y tirofiban (bolo de 10 microgramos/kilo-peso, seguido de una infusión de 0.10 microgramo/kilo-peso/minuto).
De los 410 pacientes enrolados, 207 fueron incorporados al grupo I y 203 al Grupo II. El 67% de los pacientes tenía elevación de la Troponina T, mientras que el 65% tenía depresión del segmento ST. Los grupos I y II, fueron comparables respecto de sus características basales y del tratamiento definitivo (revascularización angioplástica 64.3% versus 70.4%, respectivamente, o revascularización quirúrgica, 7.7% versus 7.9%, respectivamente).
A los 30 días de seguimiento, en el grupo I hubo 3 muertes y 21 pacientes infartados (11.6%) versus ningún muerto y 12 infartados (5.9%) en el grupo II (P=.04). En consecuencia, tanto la incidencia de infarto de miocardio como de muerte tendió a ser mayor en pacientes que recibieron tratamiento antitrombótico prolongado en comparación con aquellos que fueron intervenidos precozmente. Respecto de las complicaciones, la incidencia de sangramiento mayor y trombocitopenia severa fueron similares en ambos grupos (3.9% versus 3.0%, y 1% versus 0.5%, respectivamente).
Por tanto, los investigadores concluyen que en pacientes con un síndrome coronario agudo inestable, el tratamiento antitrombótico prolongado con estudio coronariográfico diferido, no mejora el pronóstico en comparación con aquellos que son intervenidos precozmente dentro de las 6 horas de iniciado el tratamiento antitrombótico.
Fuente bibliográfica
JAMA 2003; 290:1593-1599