Los cambios estacionales
El suicidio y su asociación con las horas de luz solar
Hay fuertes argumentos científicos para creer que los temas relacionados con la depresión representan un mayor riesgo de suicidio, seguido de que una prevalencia de la depresión en la comunidad se refleja en una elevación concomitante de los índices de suicidios. Aparte de que la capacidad funcional diaria se ve disminuida, los individuos con depresión están con un riesgo marcadamente más alto de suicidarse y dado que la severidad de la depresión endógena alcanza su nivel más prominente durante la primavera y verano, parecería que el comienzo de estas estaciones, fuesen una señal importante para generar un efecto depresivo o una ideación suicida, a través de una alteración de la actividad neuronal del sistema nervioso central en individuos predispuestos.
Si efectivamente los fenómenos atmosféricos tienen un impacto en la ideación suicida, se podría anticipar que no sólo la variación estacional explicaría en cierta manera la privación voluntaria de la vida, sino que también, las alteraciones a largo plazo de los parámetros meteorológicos, pudiesen influenciar las tasas o índices de suicidios.
Investigadores del “Human Neurotransmitter Laboratory, Baker Medical Research Institute”, en Melbourne (Australia), examinaron la frecuencia de suicidios y de su correlación con factores meteorológicos en el estado australiano de Victoria, entre enero de 1990 y abril de 1999, analizando un total de 5.706 incidentes vinculados a una conducta auto atentatoria. Ellos encontraron que la incidencia del suicidio tenía su expresión mínima en invierno y su apogeo en primavera y el verano, estando estrechamente unido con el número de horas de la luz del sol. Este patrón estuvo particularmente relacionado con el suicidio de tipo violento. Además se demostró, que durante la década pasada, las tasas de suicidios se incrementaron significativamente en hombres, entre los 21 y 60 años de edad y en mujeres, entre los 41 y 60 años, aumento que significó un 50% más.
El estudio concluye haber probado que la incidencia del suicidio en el sudeste de Australia exhibe un patrón estacional claro, ligado fuertemente a niveles predominantes de luz solar. Entonces, para los autores, es tentador especular sobre la importancia de una señal ambiental en aquellos individuos predispuestos al suicidio, por eso, esto se debería de considerar paralelamente con otras las políticas sociales de salud mental y con los problemas de desintegración en la población.
Fuente bibliográfica
Am J Psychiatry 2003; 160 (4):793-5