Neurología Infantil
Amnesia infantil relacionada al daño cerebral por hipoxia durante el primer año de vida
Recientemente se ha demostrado un gran interés en los efectos de la isquemia e hipoxemia en las debilitaciones severas de la memoria episódica como resultado de lesiones en el cerebro en épocas tempranas de la vida. Los eventos hipóxicos-isquemia sufridos durante el primer año de vida pueden dar lugar a la denominada amnesia del desarrollo (AD), un desorden caracterizado por un daño marcado en la memoria episódica, en asociación con una patología media temporal que parece estar circunscrita al hipocampo, mientras que se mantiene relativamente conservada y sin mayor alteración la memoria semántica. La memoria episódica puede ser usada para inferencias, para razonamientos basados en casos y para el aprendizaje del conocimiento procedimental y declarativo. Un evento pasado en la memoria episódica se denomina experiencia.
Un grupo de Neurólogos Ingleses especialistas en temas pediátricos, pertenecientes al “Institute of Child Health and Institute of Neurology, University College” de Londres, Reino Unido, y en un trabajo colaborativo con otras prestigiosas instituciones canadienses y norteamericanas, publicaron en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America”, número del 19 de agosto 2003, la asociación de las lesiones cerebrales producidas por hipoxia y la consecuente aparición de amnesia dentro de los doce primeros meses de vida.
En el estudio se compararon niños que sufrieron eventos hipóxico-isquémicos durante su primer año de vida (grupo temprano, n=6) con otros que mostraban problemas de memoria después de sufrir dichos eventos (grupo tardío, n=5), con edades entre los 6 y 14 años Ambos grupos fueron cotejados con un grupo control de niños sanos, de edades similares, realizándose comparaciones neurofisiológicas y morfométricas. Los dos grupos de estudio presentaron anormalidades bilaterales del hipocampo, del putamen y del tálamo posterior, así como también, en corteza retroesplenial derecha. El uno y el otro, también mostraban reducciones similares de hasta un 40% en el volumen hipocampal.
Neuropsicológicamente, las únicas diferencias significativas entre ambos grupos fueron en algunas pruebas de memoria inmediata, en donde el grupo temprano superó al grupo tardío. Estas últimas medidas fueron las que dieron una indicación clara respecto de que un daño precoz puede conducir a una mayor disminución funcional, comparado con el daño provocado por el mismo trauma, si se éste sufre en una infancia mas tardía, debido presumiblemente a la mayor plasticidad del cerebro de los lactantes. Por contraste, en las mediciones de memoria de largo plazo, los dos grupos presentaron resultados muy semejantes, exhibiendo una similar preservación de la memoria semántica, combinado con marcada carencia de memoria episódica.
En conclusión, para F. Vargha-Khadem y colaboradores, esto indicaría que si este desorden selectivo de memoria, es un síndrome que esta especialmente relacionado con cronología de la ocurrencia del deterioro, inducido por la hipoxia, entonces “la edad efectiva” del daño o lesión para este síndrome, se extendería desde el nacimiento a la pubertad.
Fuente bibliográfica
PNAS 2003; 100(17): 10055-10060