Actividad física disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama
Un estudio publicado en la revista JAMA concluye que actividad física incluso moderada, puede disminuir el riesgo de cáncer de mama, según publican investigadores del Fred Hutchinson Cancer Research Center, Seattle, Estados Unidos.
El estudio realizado a partir de los datos del estudio Women´s Health Initiative (WHI), investiga la asociación entre la actividad física y la incidencia de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas.
Para ello, analizaron prospectivamente datos correspondientes a 74.171 mujeres de 50 a 79 años, las que fueron reclutadas entre 40 centros clínicos entre los años 1993 y 1998. A todas las participantes se les consultó sobre la actividad física que realizaban a los 18, 35 y 50 años de edad, relacionados a la intensidad duración y frecuencia, con dichos antecedentes, estimaron la cantidad de horas dedicadas al ejercicio semanalmente y la intensidad en leve, moderada y extenuante.
Los resultados muestran que aquellas mujeres que realizaban ejercicio al menos tres veces por semana a la edad de 35 años, presentan un riesgo un 14% inferior a desarrollar cáncer de mama que las participantes menos activas físicamente, y entre las que normalmente realizaban ejercicio físico equivalente a entre 1,25 y 2,50 horas por semana de caminar rápido, mostraron una reducción significativa en el riesgo de desarrollar cáncer de mama de un 18%, en comparación con las mujeres sedentarias. La reducción del riesgo es ligeramente superior para aquellas que realizan ejercicio más de 10 horas semanales.
Varios mecanismos han sido propuestos para intentar explicar la presente asociación. Uno de ellos es que el ejercicio, al disminuir la cantidad de grasa corporal, disminuye la cantidad de sustrato disponible para sintetizar estrógenos a partir de andrógenos en tejido graso mediante aromatización. También la actividad física podría aumentar la cantidad de proteínas que ligan hormonas sexuales, reduciendo la cantidad de estradiol libre, la cual es la forma biológicamente mas activa. Otro mecanismo posible sería reduciendo los niveles de insulina y otros factores de crecimiento.
En base a los resultados obtenidos, los autores concluyen que mientras mayor ha sido la duración de la práctica de ejercicio a lo largo de los años, mayor es el beneficio observado en términos de reducción del riesgo de cáncer mamario.
El hallazgo que aumentar la actividad física recreacional y las caminatas, tienen efecto en la reducción de este tipo de cáncer, permitiría sugerir conductas relacionadas al estilo de vida que disminuyan la morbimortalidad asociada a esta enfermedad.