En mujeres posmenopáusicas con enfermedad cardiovascular
Terapia hormonal de reemplazo no previene la progresión de arteriosclerosis
Estudios previos habían sugerido que, estrógenos solos o en combinación con progesterona, tenían efectos cardioprotectores, sin embargo, recientemente la efectividad de esta terapia hormonal, en disminuir la progresión de arteriosclerosis, comenzó a ser cuestionada.
La mayoría de estos estudios utilizaron la administración diaria de estrógenos conjugados equinos y medroxiprogesterona acetato. Esta terapia falló en mostrar cardioprotección, más aún, no sólo fue causante de un incremento precoz del riesgo de infarto al miocardio, sino también falló en detener la progresión de arteriosclerosis en mujeres posmenopáusicas.
Ante esta situación investigadores de la University of Southern California, y de otros cuatro centros de Estados Unidos, reclutaron a 226 mujeres posmenopáusicas, con una media de 63,5 años, que tenía al menos una área de estrechamiento arterial, detectada mediante angiografía. Las participantes fueron divididas en tres grupos, el primero recibió 1mg de 17-beta estradiol al día; el segundo se le administró 1mg de 17-beta estradiol más 5mg de medroxiprogesterona al día; y un tercero el tratamiento médico habitual sin hormonas. Los dos primeros grupos recibieron su tratamiento durante 12 días consecutivos en cada mes del estudio. Como parte de esta intervención, las participantes modificaron su dieta y recibieron tratamiento hipolipemiante con un inhibidor de la Hidroxi-Metil-Glutaril Coenzimo A reductasa (HMG-CoA reductasa).
Después de tres años de seguimiento, con evaluaciones a través de angiogramas, los investigadores no encontraron diferencias significativas en la oclusión arterial entre los tres grupos. En definitiva, una dosis diaria de estrógeno, solo o con progesterona, no logra que las arterias dejen de estrecharse en mujeres posmenopáusicas con lesiones preexistentes.
Estos resultados son concordantes con otros estudios realizados con anterioridad, sin embargo, un dato interesante de destacar es que, a diferencia de ellos, no hubo un incremento de eventos coronarios en el primer año de terapia hormonal. Esto sugiere que el tratamiento continuo de terapia diaria con medroxiprogesterona podría inicialmente tener consecuencias cardiovasculares negativas
Según los autores, el WELL-HART y otros estudios similares sugieren que la terapia hormonal de reemplazo no debe ser utilizada para tratar la arteriosclerosis en mujeres que ya tienen enfermedad cardiovascular.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med. 2003; 349:535-45