Reconstruyendo la piramide nutricional
La propuesta que estaría lista el próximo año, plantea un estricto control de las calorías totales diarias de acuerdo a la actividad de cada persona, consumo de grasas monoinsaturadas o poli-insaturadas y de hidratos de carbono simples, abundantes frutas y verduras, moderadas cantidades de proteínas como nueces, legumbres, pescado, pollo y huevos, poca cantidad de carnes rojas, mantequilla, arroz blanco, pastas, papas y azúcar, consumo de alcohol moderado y nada de frituras.
La pirámide nutricional actualmente vigente, fue propuesta el año 1992 por el Departamento de Agricultura de los EEUU, para entregar una guía de alimentación a la población con el fin de tener buena salud y evitar riesgo de enfermedades crónicas.
Esta pirámide proponía la disminución en la dieta de los alimentos grasos y entre 6 y 11 comidas en el día de alimentos con hidratos de carbono complejos como el pan cereales, arroz, fideos, etc. Podían además comer abundantes cantidades de frutas y verduras (incluidas papas) y solo dos veces carnes de cualquier tipo, incluidas otras proteínas como huevos, legumbres y granos (nueces, maní, etc.).
Con el tiempo y en base a los resultados de numerosos estudios clínicos, se ha visto que esta pirámide es defectuosa ya que no todas las grasas son malas ni tampoco los hidratos de carbono complejos son buenos.
Se vio por ejemplo que si se cambia una dieta disminuyendo lípidos y reaplazándolos por hidratos de carbono, el colesterol total bajaba pero también disminuía el colesterol HDL. No habiendo cambio en la relación colesterol LDL/HDL. Por otro lado el aumento del consumo de hidratos de carbono hace subir los triglicéridos los que en alta concentración también están relacionados con enfermedad cardiovascular.
La ingesta de grasas transinsaturadas (que se producen al hidrogenar de aceites vegetales para hacer margarinas y alimentos fritos u horneados), ha demostrado ser altamente nocivo para la salud. El efecto que causa su consumo es el aumento del colesterol LDL y la disminución del HDL.
Otro error de la pirámide es no distinguir entre carnes rojas (vaca, cerdo y cordero) de otros alimentos proteicos como pollo, pavo, pescado, legumbres, granos y huevos. Los huevos son altos en contenido de colesterol pero se pueden consumir hasta 1 unidad diaria sin peligro. Las grasas de los granos son mayormente insaturadas y las nueces son ricas en Omega 3.
El Centro de Nutrición del Departamento de Agricultura de EEUU ha evaluado la pirámide y ha concluido que sus resultados no son buenos porque los efectos favorables son contrarrestados por los efectos nocivos. Por este motivo esta preparando una nueva pirámide que cree estará lista el próximo año.
Se ha evaluado el impacto global al usar la nueva pirámide y se estima que el principal efecto tanto en hombres como en mujeres, al seguir las recomendaciones dietéticas será la disminución del riesgo a desarrollar enfermedades cardiovasculares seguido por disminución de enfermedades crónicas y un discreto efecto sobre el cáncer.
La nueva pirámide le da importancia en primer lugar al ejercicio y control de las calorías totales diarias de acuerdo a la actividad. Nuestra base alimenticia debiera ser las grasas monoinsaturadas o poli-insaturadas, como aceite de oliva, soya, maíz, girasol o maní y buenos hidratos de carbono como granos integrales, pan y arroz integral. Abundantes frutas y verduras. Moderadas cantidades de proteínas como nueces, legumbres, pescado, pollo y huevos. Poca cantidad de carnes rojas, mantequilla, arroz blanco, pastas, papas y azúcar. Alcohol moderado y nada de frituras.
Fuente bibliográfica
Scientific American 2003;288(1):54-59