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En el equipo profesional multidisciplinario dedicado a la evaluación

vocal, el otorrinolaringólogo y el fonoaudiólogo, deben presentar, antes

que todo, un excelente monitoreo auditivo y capacidad de observación.

El monitoreo auditivo permitirá detectar pequeñas variaciones en la voz

(patológicas o no) y la capacidad de observación acompañará desde la

selección de exámenes para la evaluación vocal, hasta la propuesta

terapéutica que se aplicará al paciente.

La evaluación vocal debe recabar información relevante sobre el

comportamiento vocal, psicodinámica de la voz, historia del desarrollo

de la disfonía y hábitos vocales del paciente, entre otros. Así, el

fonoaudiólogo (FLGO) y el otorrinolaringólogo (ORL) pueden discutir

el perfil vocal del paciente evaluado, seleccionar la metodología de

intervención y ofrecer una terapia rehabilitadora con un pronóstico

definido.

Roy y cols. (2013) refieren que los ORL tienen por objetivo identificar

patologías laríngeas y diagnosticarlas, determinando estrategias de

abordaje – que pueden incluir la cirugía e indicación de tratamiento

vocal, entre otros. En contraste, el FLGO tiene por objetivo evaluar la

producción vocal y la función fisiológica, observando cómo el trastorno

vocal afecta la calidad de vida del sujeto en situaciones diarias,

orientando al correcto uso de la voz, además de entregar

recomendaciones para la prevención de patologías, intervención y

pronóstico (ASHA, 2004).

En los últimos 30 años la clínica de la voz ha avanzado mucho; hoy, los

ORL cuentan con instrumentos de evaluación como la nasofibroscopía

(NFC), estroboscopía, imágenes de excelente calidad (high speed video),

mientras que el FLGO cuenta con análisis fonético-acústicos variados

(MDVP, RTP, PRAAT, Dr. Speech, etc), EGG, entre otros

instrumentos que permiten una evaluación objetiva de la voz. Sin

embargo, la evaluación vocal (especialmente perceptiva) de un paciente

empieza en su entrevista. Durante la anamnesis podemos escuchar y

observar la calidad vocal, verificar la psicodinámica de la voz, postura

corporal y correlacionar estas informaciones con la molestia inicial.