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Infecciones invasoras por

S. pyogenes

(

shock

tóxico)

Luis Delpiano M.

CAPÍTULO 7

Streptococcus pyogenes

ha cambiado su patogenicidad desde cuadros clínicos menores no

invasores, a formas graves, invasoras, lo que se ha relacionado con características de la proteína

M (estructura de envoltura con poder antifagocitario), con la producción de toxinas pirogénicas A,

B y C y con la producción de proteinasas (estreprolisina O, S, desoxiribonucleasas, hialuronidasa,

estreptoquinasa). Las cepas sin proteína M son esencialmente no patógenas, en tanto que los

serotipos M1, M3, M12 y M28, así como las productoras de toxina pirogénica (predominio de

exotoxina A) reportan infecciones de gran severidad, además, de estar asociadas con varias exoto-

xinas pirogénicas denominadas superantígeno estreptocócico (SSA). Otra forma de caracterizar a

S. pyogenes

es por tipificación de la secuencia del locus

emm,

desde 5´, describiéndose a la fecha

más de 150 tipos

emm

, gen que codifica la proteína M, existiendo 5 patrones mayores (A a E).

Patogenia

La transmisión del agente ocurre persona a persona y se define como grupos de riesgo de

enfermedad invasora a: lactantes, ancianos, inmunosuprimidos, pacientes con cardiopatía o en-

fermedad pulmonar crónica, diabetes, alcoholismo, lesiones cutáneas (varicela, traumas, picaduras

de insecto y quemaduras) y usuarios de AINE (22

vs

8% entre los que cursan

shock

tóxico).

Las mayores tasas de infección invasora se verifican en las edades extremas de la vida; anual-

mente ocurren más de 10 millones de infecciones por este agente, 10 mil casos corresponden a

enfermedad invasora y un 5-8% de éstas a

shock

tóxico. La letalidad global en infección invasora

alcanza a un 10-32%, pero se eleva a cerca de 45% en presencia de

shock

tóxico.

Un quinto de los pacientes se presenta como bacteriemia sin foco y la infección invasora puede

evolucionar con o sin

shock

. Puede existir neumonía, bacteriemia asociada a infección cutánea

(celulitis, erisipela, heridas quirúrgicas o no), infección profunda de tejidos blandos como miositis

o fasceítis necrotizante, meningitis, peritonitis, osteomielitis, artritis séptica, sepsis puerperal,

sepsis neonatal.

Las exotoxinas pirogénicas causan fiebre y al actuar como un eventual “superantígeno” indu-

cen a células mononucleares a sintetizar FNT alfa, Interleuquina-1B e Interleuquina-6. La proteína

M contribuye a la invasividad impidiendo la fagocitosis por polimorfonucleares y despierta la

inmunidad tipo específico.

Son signos claves en la presentación del

shock

tóxico: fiebre, eritrodermia y rápido compromiso

hemodinámico. Además, destaca el dolor que usualmente involucra las extremidades, un 20%

presenta un síndrome influenza like (fiebre, temblores, mialgia, náusea, vómitos y diarrea), un 60

a 80% presenta clínica de infección de tejidos blandos, siendo ominoso la aparición de lesiones

vesiculosas o bulosas. El eritema escarlatiniforme ocurre en sólo el 10% de los pacientes. A lo

anterior debe, además, agregarse la semiología del SIRS (ver capítulo de

Shock

).

La evaluación de laboratorio corresponde al descrito para infecciones invasoras y

shock

, así

como la terapéutica de estabilización hemodinámica (ver capítulo correspondiente), recalcando la

importancia de la toma de cultivos desde sitios estériles o zonas sospechosas (Tabla 1).

Recomendaciones de manejo y terapia

Medidas generales

Debe mantenerse una cuidadosa observación de niños con varicela sobreinfectada, y/o con

cuadros febriles asociados a exantemas escarlatiniformes, instaurando medidas de precauciones

de aislamiento de paciente, idealmente en sala única y aplicando precauciones de contacto y