

Septiembre
2010.
Volumen
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N
°
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mueble que creo era de la oficina del Dr. Burdach
y que ha seguido a este grupo en todos los
lugares en que se han ubicado. Cuando la
Farmacia llegó como vecina, con todo su
movimiento de gente empezaron los problemas.
Otros Policlínicos como Ginecología y
Hematología seguían en el Consultorio N
º
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haciendo esfuerzo por trasladarse (creo que
con todas las solicitudes de traslado, reuniones
y antesala para estos efectos debimos haber
sido una pesadilla para los diferentes Directores
del Hospital que tuvieron que ver con esto).
Desde fines de los
80
y comienzo de los
90
durante varios años, cada cierto tiempo se
hablaba de terminar la construcción de la placa
donde se ubicarían los Policlínicos de todas las
especialidades pediátricas y de adultos, hoy el
orgulloso CDT. Éramos invitados a reuniones
interminables donde diferentes personas a
través del tiempo nos mostraban planos y
ubicaciones y anotaban opiniones y peticiones
de la más diversa índole, pero no pasaba
mucho más. Los informes de necesidades que
cada cierto tiempo nos pedían fueron varios
kilos de papel.
Varias reuniones, planos y papeles más adelante
finalmente se terminó la construcción del CDT.
Se alhajó, se inauguró pero no se podía ocupar,
porque faltaba presupuesto para la Farmacia,
faltaba personal, faltaba... en fin, lo de siempre.
Nuestra incomodidad iba en aumento, las
condiciones en que atendíamos en la sala
de hospitalización de la antigua Posta eran
calamitosas. Un gran hoyo en el techo,
coronaba el box donde atendían Infectólogos,
Inmunólogos y Reumatólogos. La apuesta era:
¿Caería hoy un ratón por ahí?.
La sala de espera de tanta especialidad junta
(en realidad un pasillo), era una película de
horror, en verdad caótica. Si alguien con delantal
blanco y fonendoscopio al cuello lograba
atravesarla sin que alguna de las personas allí
apostadas lo detuviera debería haber ganado
un premio.
Quienes aún estaban en el Consultorio N
º
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tampoco estaban contentos. Todos mirábamos el
CDT: nuevecito, limpio, bien dotado, con muebles
decentes, bonito, con una sala de espera amplia
y bien iluminada, en fin, un sueño.
Un día la impaciencia se hizo presente y por
decisión unánime todos los especialistas de
pediatría fijamos un plazo de
15
días a partir
de ese día para trasladarnos al CDT; después
de esa fecha no íbamos a seguir atendiendo
pacientes en las condiciones en que estábamos,
teniendo esa estructura habilitada para ese fin,
desocupada. Se cumplió el plazo y el
15
de Abril
de
1998
, se inició el traslado progresivo de
todas las especialidades pediátricas al CDT. Nos
siguieron las especialidades de adultos y las
quirúrgicas; y allí estamos desde entonces.
Ahora todos somos vecinos y un poquito más
allá, para aislar mejor la sala de espera
está Inmunología, Infectología y Hemato-
Oncología.
En estos últimos años, fines de los
90
y en
el nuevo siglo se han agregado jóvenes ex
becados del Servicio de Pediatría, es el caso
de Ignacio Arteche en Gastroenterología Infantil,
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