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Octubre

2009.

Volumen

8

-

N

°

38

INMUNIZACIÓN MATERNA

.

EDITORIAL

.

Dra. Carmen Luz Avilés L., Pediatra Infectóloga,

Servicio de Pediatría, Complejo Hospitalario San Borja Arriarán

Las inmunizaciones han producido un cambio

dramático en la incidencia de muchas

enfermedades infecciosas en niños y adultos

en el siglo XX, sin embargo ha existido rechazo

a desarrollar vacunas para la mujer embarazada,

el feto y el Recién Nacido (RN) por el potencial

riesgo de producir problemas de desarrollo,

malformaciones congénitas, parto prematuro, etc.

Dos millones de niños menores de

1

año

de edad mueren al año por enfermedades

infecciosas, a menudo en el primer mes

de vida, antes de ser vacunados. El RN

presenta un sistema inmune inmaduro y son

parcialmente protegidos por los anticuerpos (Ac)

maternos transplacentarios o por la lactancia

materna. Esta protección es posible sólo si

la madre tiene niveles de Ac suficientes.

A pesar del éxito de la inmunización materna

en la reducción del tétanos neonatal y el

extenso uso de otras vacunas inactivadas,

esta estrategia para proteger a los RN no está

siendo aplicada y podría ser beneficiosa para

reducir la morbimortalidad infantil. En el caso

de influenza, la inmunización materna debe

ser usada en el periodo tardío del embarazo

para reducir la morbimortalidad en ambos. El

uso de la vacuna influenza en embarazadas

permanece bajo.

Las guías actuales de inmunización identifican

una serie de infecciones para las cuales se

recomienda la inmunización materna durante el

embarazo

1, 2

.

FISIOLOGÍA

El transporte transplacentario de anticuerpos

se inicia a las

26

semanas y alcanza

concentración de Ac similar a la materna

después de las

34

semanas. El momento óptimo

de vacunación materna es entre las

30

y

32

semanas de gestación, con tiempo para inducir

respuesta inmune materna, antes que ocurra el

transporte. Este es influenciado por la cantidad

de Ac disponibles y la presencia de infecciones

disminuye el transporte placentario

3

.

La transferencia de inmunidad al RN se realiza

mediante anticuerpos solo

IgG

por un sistema

de transporte activo placentario. La eficiencia del

transporte está relacionada con la subclase de

IgG, siendo

IgG

1

la mejor transportada

y IgG

2

la peor. Los Ac inducidos por

antígenos proteicos

son predominantemente subclase

IgG

1

y son

activa y pasivamente transportados resultando

en niveles más altos de Ac en el niño que los

inducidos por antígenos polisacáridos (

IgG

2

).

EstosAc protegen al lactante durante los primeros

meses de vida y disminuyen con rapidez, siendo

prácticamente indetectables a los

12

meses.

Los Ac maternos no inhiben las respuestas

mediadas por los Linfocitos T y la estimulación

del sistema inmunitario en el lactante. A través

de la leche materna se entregan Ac como IgA,

que protegen al RN frente a enfermedades que

tienen su vía de entrada por mucosas. La leche

materna no interfiere la respuesta inmunitaria

del lactante a ningún tipo de vacuna.

Cuando la madre que amamanta es inmunizada

3