

secreción de insulina. A los
32
° aparece coma y
cese de reflejos. Si la temperatura cae bajo
27
°C,
los cambios respiratorios, cardiovasculares,
hematológicos y neuromusculares son letales. A
los
15
° se produce paro cardiorrespiratorio por
arritmia.
Se ha utilizado el criterio temporal, clasificándola
en aguda, subaguda y crónica; aguda es la
hipotermia generada por accidentes, sin
repercusión metabólica y fisiológica importante.
Subaguda es aquella producida generalmente
por falta de protección al frío, con repercusiones
moderadas y recuperables, mientras que la crónica
se aprecia en los extremos de la vida, con
comorbilidades como diabetes, alcoholismo,
mixedema, aterosclerosis y/o consumo de
fármacos. La evidencia respecto a causas de
la hipotermia en lactantes es escasa y
generalmente relacionada a exposición accidental
a frío extremo.
McCullough, en una revisión del año
2004
(5)
,
refiere que las causas pueden ser divididas en:
Enfermedades dérmicas (quemaduras, dermatitis
exfoliativas, psoriasis graves); inducida por drogas
(etanol, fenotiazinas, sedantes e hipnóticos);
ambientales (por inmersión y no por inmersión);
iatrogénicas (secundaria a resucitación vigorosa
o por tratamiento de golpe de calor);
metabólicas (hipoadrenalismo, hipopituitarismo,
hipotiroidismo); neurológicas (sección espinal
aguda, trauma encefálico, accidente cerebro
vascular, tumores, enfermedad de Wernicke);
ineficiencia neuromuscular (edades extremas,
imposibilidad de tiritar, falta de climatización) y
sepsis. El síndrome de Shapiro, descrito en
1969
,
engloba a pacientes de todas las edades con
hipotermia episódica, hiperhidrosis y agenesia del
cuerpo calloso
(7)
. Ruiz et al. en el año
2002
describe
4
pacientes entre
3
a
9
años con hipotermia
episódica espontánea relacionados a migraña,
palidez, ausencia de escalofríos y en algunos
casos hipertensión, dolor abdominal, sudoración
profusa, con examen neurológico normal y con
indemnidad imagenológica y funcional (RNM, EEG,
perfil bioquímico), similares al síndrome de Shapiro
pero sin lesiones encefálicas
(8)
. Éstos episodios
son de inicio a los
2-3
años, existe antecedente de
migraña en la familia, se repiten con periodicidad
y algunos cursan con curación espontánea. En el
año
2010
y en relación a dos casos de hipotermia
periódica espontánea sin lesiones de cuerpo
calloso, se decribe por primera vez alteraciones
de neurotransmisores en líquido cefalorraquídeo
con bajos niveles de metabolitos de serotonina
y dopamina
(9)
. Así también, el riesgo aumentado
en hermanos sugiere una herencia autosómica
recesiva; sin embargo, estudios genéticos no han
identificado genes involucrados.
Algunas especies de aves presentan ciclos
normales de híper e hipotermia en respuesta
a las infecciones, fenómeno que pudiese
estar guiado por citoquinas pro inflamatorias,
que pueden causar híper e hipotermia. Estas
respuestas pueden estar moduladas por la flora
comensal y han sido estudiadas en modelos
de disbacteriosis inducidas por antibióticos
(1)
.
La hipotermia puede reducir la inflamación,
promoviendo la tolerancia de algunas bacterias.
La inducción de hipotermia en respuesta a la
hipoxia puede promover la tolerancia al reducir
la demanda de oxígeno por los tejidos, alterando
la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno y
evitando los costos energéticos asociados
con el aumento del gasto cardíaco y la
ventilación
(1)
.
7
abril
2018.
Volumen
17
-
N
°
72