Salud mental y exceso de información
A un año del primer caso de coronavirus en el país, la población muestra un creciente agotamiento emocional. Especialista describe riesgos y entrega recomendaciones.
El primer caso de COVID-19 en Paraguay se confirmó el 7 de marzo de 2020 por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Transcurrido un año, la situación es compleja, el fin de la pandemia se ve lejano y los problemas a la salud mental van en aumento como consecuencia de la crisis.
El miedo al contagio, la incertidumbre por la situación epidemiológica, las cuarentenas y otras restricciones destinadas a reducir la movilidad y exposición al SARS-CoV-2, han afectado emocionalmente a la población.
Seguir la evolución de la pandemia y conocer las recomendaciones de médicos y autoridades del ramo es una responsabilidad individual, sin embargo, la búsqueda excesiva de información o la exposición a datos contradictorios o poco fiables, centrados únicamente en aspectos negativos, pueden generar trastornos como estrés, ansiedad, irritabilidad y depresión.
“Ocurre cuando vemos el peligro más cercano y al estar sometidos a una serie de informaciones que circulan libremente por redes sociales o medios de comunicación. La experiencia de haber padecido la enfermedad o el fallecimiento de un familiar también nos expone a estresores que generan una sensación de amenaza constante, que sin dudas afecta al sistema nervioso y puede conducir a situaciones de riesgo para nuestra salud física y mental”, comenta la doctora Lucía Valdez, jefa del Departamento de Psicología del Hospital de Clínicas.
En este escenario, la especialista recomienda realizar pausas diarias, aprender a filtrar la información y desconectarse para liberar tensiones. “No es conveniente mantenerse sometido al estrés. Lo aconsejable es acudir a fuentes autorizadas, puesto que son las que indican la ruta que debemos seguir. Los medios de comunicación son fundamentales en la cobertura y manejo de la pandemia, pero algunos deben evitar titulares alarmistas que promuevan cuadros psicosomáticos. Es bueno que sepamos la realidad, pero con responsabilidad y desde el espacio que nos toca a cada uno”, finaliza.
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