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A nivel mundial, y con similares proyecciones para Paraguay, se estima que 32,7% de las personas sufrirá algún tipo trastorno mental a lo largo de su vida. En el caso de los más comunes, la prevalencia de depresión en el país es de 5,2 %, mientras que la de ansiedad ronda el 7,6%

Los trastornos de la personalidad, obsesivo compulsivo y bipolar (0,8%), también integran la lista. La franja más afectada es la comprendida entre los 20 y 40 años de edad, aunque ha habido un aumento importante en la afectación de población infato juvenil. 

“La capacidad de respuesta del sistema sanitario ha mejorado en los últimos años, aunque requiere de mayores recursos financieros y humanos. En Paraguay, solo existen cerca de 100 psiquiatras, para más de siete millones de habitantes”, comenta el doctor Julio Torales, jefe del Departamento de Salud Mental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), fellow de la Asociación Americana de Psiquiatría y miembro de honor de la Asociación Mundial de Psiquiatría.

Formado en la UNA, Universidad de Villarrica del Espíritu Santo y la Asociación Psiquiátrica de América Latina, el facultativo especializado en psicoterapia cognitiva en Argentina y máster en psicofarmacología en la Universidad de Valencia (España), profundizó en las consecuencias para la salud mental de la crisis por COVID-19 y las conclusiones que dejó la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio.

“La mayoría de los estudios hablan de la presencia de síntomas de estrés post traumático, confusión e ira asociados a los periodos en cuarentena. También existe evidencia que indica que el estrés psicológico puede ser a largo plazo. Los principales problemas de salud mental asociados a brotes epidémicos y a situaciones de alguna forma comparables a lo que se está experimentando con el SARS-CoV-2 son trastorno de estrés postraumático, ansiedad, depresión y burnout, principalmente en profesionales sanitarios”.

- ¿Qué consecuencias pueden tener el aislamiento físico, cuarentenas, teletrabajo y el miedo al contagio en la salud mental?

Considerando las experiencias anteriores con virus de potencial pandémico, de la misma familia del SARS-CoV-2, como el SARS y MERS, se puede esperar un aumento de los siguientes problemas de salud mental: estrés, ansiedad, depresión, ira, insomnio, negación y miedo, y esto aplica a todas las franjas etarias de la población.

- ¿Han surgido nuevas patologías o se ha exacerbado sintomatología de enfermedades prexistentes?

Nuevos casos de ansiedad, principalmente trastorno de pánico, y de depresión asociados a desesperanza, han aparecido en todos los grupos etarios, con gran repunte en población joven, de 20 a 40 años de edad. Asimismo, las descompensaciones de cuadros previamente controlados han estado a la orden día. Hemos visto la aparición de nuevos trastornos mentales en personas que previamente no los tenían, así como la exacerbación de síntomas previamente diagnosticados.

- ¿Pueden ser factores de riesgo de suicidio?

La soledad y falta de un núcleo primario de apoyo son factores de riesgo. De ahí la necesidad de ser altruistas, y conversar y acercarnos a aquellos vecinos que sabemos que viven solos o que están pasando momentos complejos. Debemos ofrecerles un oído, demostrarles que son importantes. Es fundamental hacer esto con nuestros amigos y seres queridos, pero tiene un valor mucho mayor cuando lo hacemos por personas que no se relacionan mucho con nosotros. Esto nos hace más humanos.

- El 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, ¿coméntenos detalles de la campaña que se desplegó y cuál fue su objetivo?

Lanzamos la campaña #1minutoParaPrevenir. Tomando en consideración que cada 40 segundos se produce un suicidio a nivel mundial, consideramos que si invertimos todos los días un minuto en hablar con nuestros allegados, seres queridos y amigos, preguntarles cómo están, qué sienten, podremos reconocer aquellos síntomas preocupantes y ayudarles a iniciar los procesos de consulta.

- ¿Cuáles son los signos de alerta?

Aproximadamente, una persona al día se suicida en Paraguay. Los signos de alerta, observables en personas con riesgo de suicidio son automutilaciones, baja de rendimiento académico/laboral, regalar cosas significativas sin motivo aparente, abandono de actividades de interés, aislamiento y descuido personal.

- ¿Ha advertido disminución de las consultas y controles producto de la pandemia?

Al contrario, psiquiatría no ha parado de atender durante este periodo. Ha transformado sus prácticas, eso sí. La instalación de una línea de contención telefónica, la organización del servicio ambulatorio a través de la teleconsulta (https://www.timify.com/es-cl/profile/telepsiquiatria/?v=4) y la atención física de urgencias han contribuido a que la cantidad de personas que consultan con nuestro servicio haya aumentado.

- Por último, ¿qué reflexión puede hacer sobre esta crisis y qué aspectos positivos podría rescatar?

Lo positivo es que cada vez hablamos más de la salud mental, y estamos venciendo el tabú y estigma que rodean a la enfermedad mental y su tratamiento. Con base en lo anterior, lograr que la ciudadanía, medios de comunicación y los profesionales, al unísono, logren establecer mensajes sobre la importancia de este tema, de consultar rápidamente, y de vencer el miedo al psiquiatra/psicólogo, es nuestro principal objetivo en aras de aumemtar el acceso a tratamiento.