Variantes reducen protección de vacuna contra COVID-19
Hay evidencia que muestra la disminución de la inmunidad mediada por las variantes alfa, beta y gamma, tanto de quienes recibieron la vacuna, como de aquellas personas con inmunidad natural a la infección.
La transmisión continua del SARS-CoV-2 ha dado lugar a la aparición de variantes que muestran evidencia de una mayor transmisibilidad o resistencia a la inmunidad previa. A principios de 2021, se reconocieron ampliamente tres variantes principales: la B.1.1.7 (alfa), B.1.351 (beta) y P.1, también llamada variante gamma.
Estas nuevas versiones del virus se asociaron con aumentos en las infecciones y hospitalizaciones y han mostrado un aumentado en su frecuencia de aparición en otras regiones, lo que sugiere una ventaja competitiva de aptitud física sobre los linajes existentes del SARS-CoV-2.
Timothy Bates y su equipo examinaron la reacción de la variante alfa y beta en cuanto a la potencia de la respuesta de los anticuerpos, en la vacunación con Pfizer y también con inmunidad natural a la infección.
Sus principales resultados encontraron que el suero vacunado es menos efectivo para neutralizar a B.1.1.7 y B.1.351 y que el suero de un paciente con inmunidad natural es menos neutralizante contra la B.1.351, pero que es similar a la B.1.1.7. Además, hallaron que la edad se correlaciona negativamente con la respuesta de la vacuna contra ambas variantes y que después de la infección natural, los anticuerpos neutralizantes disminuyen a niveles indetectables dentro de los 6 meses a un año después de la infección.
En conclusión, el estudio proporciona evidencia de una reducción de la inmunidad mediada por anticuerpos a las variantes B.1.1.7 y B.1.351 del SARS-CoV-2 después de la inmunización con la vacuna Pfizer-BioNTech o tras una infección natural.
