Vacuna adenoviral recombinante contra el SARS-CoV-2
Nueva formulación es bien tolerada en adultos sanos e induce una respuesta humoral y celular específica en la mayoría de los participantes de ensayo clínico fase 1.
A falta de medidas de prevención eficaces, la gestión actual para controlar la pandemia de COVID-19 es la aplicación de cuarentena, el aislamiento y el distanciamiento físico. Sin embargo, se necesitan urgentemente vacunas eficaces para reducir la enorme carga de mortalidad y morbilidad asociada con la infección por SARS-CoV-2. Entre las candidatas figuran, entre otras, formulaciones de ARNm y las basadas en vectores adenovirales no replicantes, que ya han entrado en la fase 1 de ensayos clínicos el 16 de marzo de 2020.
Particularmente en este estudio, Feng-Cai Zhu junto con investigadores del Instituto de Biotecnología de Pekín evaluaron la seguridad, tolerabilidad e inmunogenicidad de una vacuna recombinante basada en vectores adenovirales de tipo 5 (Ad5-nCov). El principio del funcionamiento de esta formulación es que una vez administrada intramuscularmente a los pacientes, es capaz de expresar la glucoproteína de espícula de una cepa china del SARS-CoV-2, frente a la cual se monta una respuesta inmunitaria.
Los investigadores realizaron un ensayo de fase 1 abierto no aleatorizado con escalada de dosis, de centro único, para evaluar Ad5-nCov en Wuhan, China. Se inscribieron secuencialmente adultos sanos de entre 18 y 60 años y se los asignó a uno de tres grupos de diferentes dosis de vectores virales para finalmente recibir una inyección intramuscular de la formulación. El resultado primario fue la aparición de eventos adversos (EA) a los 7 días. La seguridad se evaluó a los 28 días postvacunación. La respuesta humoral específica se midió con ELISA y los anticuerpos neutralizantes se detectaron con pruebas de neutralización del SARS-CoV-2 y con un pseudovirus (un sistema del virus de la estomatitis vesicular que expresa la glicoproteína de espícula). Por último, las respuestas de los linfocitos T se evaluaron mediante ELISpot y citometría de flujo.
Entre el 16 y el 27 de marzo de 2020, los investigadores examinaron a 195 personas para determinar elegibilidad. De ellos, 108 participantes (51% hombres, 49% mujeres; edad media 36,3 años) fueron reclutados y recibieron la dosis más baja (n=36), la dosis intermedia (n=36), o la dosis alta (n=36) de la vacuna. Todos los participantes inscritos fueron incluidos en el análisis. Se informó al menos una reacción adversa dentro de los primeros 7 días después de la vacunación en 30 (83%) participantes del grupo de dosis baja, 30 (83%) del grupo de dosis media y 27 (75%) del grupo de dosis alta. La reacción adversa más común en el lugar de la inyección fue el dolor, que se informó en 58 (54%) receptores, mientras que las complicaciones sistémicas más frecuentes fueron fiebre (50 [46%]), fatiga (47 [44%]), dolor de cabeza (42 [39%]) y dolor muscular (18 [17%]). La mayoría de las reacciones adversas que se notificaron en todos los grupos de dosis fueron de gravedad leve o moderada. No se observó ningún evento adverso grave en los 28 días posteriores a la vacunación. Los anticuerpos detectados por ELISA y los con actividad neutralizante aumentaron significativamente en el día 14, y alcanzaron su punto máximo 28 días tras la inmunización. La respuesta celular específica por parte de linfocitos T alcanzó su punto máximo al día 14.
En resumen, la vacuna contra COVID-19 basada en vectores adenovirales tipo 5 es tolerable e inmunogénica a los 28 días postvacunación. La respuesta humoral contra el SARS-CoV-2 alcanza su punto máximo el día 28 en adultos sanos, y a partir del día 14 después de la inmunización se observan respuestas específicas rápidas de linfocitos T. Según los autores, estos hallazgos justifican una mayor investigación.
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