Uso de antipsicóticos aumenta riesgo de caídas
Las estrategias de prevención siguen siendo necesarias hasta que los pacientes recuperan un estado físico y mental más estable.
Con una sociedad que envejece, la incidencia de trastornos neurocognitivos y los síntomas neuropsiquiátricos asociados están aumentando. Los adultos mayores con este tipo de trastornos suelen considerarse vulnerables y propensos a las caídas y fracturas relacionadas. Estas últimas, son las causas más comunes de hospitalización en la población mayor y se asocian a una sustancial morbilidad y mortalidad.
Investigadores de la Escuela de Farmacia de UCL y la Universidad Nacional Cheng Kung evaluaron la asociación entre el uso de fármacos antipsicóticos e inhibidores de la colinesterasa y el riesgo de caíds y fracturas en adultos mayores con trastornos neurocognitivos importantes. Se estudiaron a 15278 personas a quienes se las había recetado, recientemente, los remedios antes mencionados y que tuvieron una caída o fractura. Usando una regresión de Poisson (Intervalo de Confianza, IC, de un 95%) se comparó el periodo sin la toma del medicamento, con el que sí se estaba adminsitrando.
La incidencia de caídas y fracturas fue de 8,30 por cada 100 personas (IC 95%) para el periodo sin tratamiento, 52,35 para el periodo previo al tratamiento, y 10,55 ; 10,34 y 9,41 para distintos tipos de tratamiento: uso de inhibidores de la colinesterasa y antipsicóticos, antipsicóticos solos, e inhibidores de la colinesterasa solos, respectivamente.
En comparación con el periodo sin tratamiento el mayor riesgo de caídas y fracturas se produjo durante el período de pretratamiento (razón de tasas de incidencia ajustada 6,17, intervalo de confianza del 95%: 5,69 a 6,69), seguido del tratamiento con la combinación de inhibidores de la colinesterasa y antipsicóticos (1,35; 1,26 a 1,45), antipsicóticos solos (1,33, 1,24 a 1,43), e inhibidores de la colinesterasa solos (1,17, 1,10 a 1,24).
En conclusión, la incidencia de caídas y fracturas fue elevada en el periodo de pretratamiento, lo que sugiere que otros factores, como las enfermedades subyacentes deben tenerse en cuenta a la hora de evaluar la asociación entre el riesgo de caídas y fracturas y el uso de inhibidores de la colinesterasa y antipsicóticos. Los periodos de tratamiento también se asociaron con un mayor riesgo de caídas y fracturas en comparación con con el periodo sin tratamiento, aunque la magnitud fue mucho menor que durante el periodo de pretratamiento.
