Hematología
Trasplante de células madre mejora linfomas relacionados a VIH
Tras la intervención, la supervivencia general de pacientes afectados fue similar a la de personas libres del virus, por lo que se sugiere su aplicación como un procedimiento estándar para combatir la neoplasia hematológica asociada a la infección.
El trasplante autólogo de células hematopoyéticas (TACH) en pacientes infectados por el VIH se limita en gran medida a centros con experiencia específica para el virus.
Joseph C. Alvarnas del Centro Médico Nacional City of Hope en Duarte, California, junto a sus colaboradores, realizaron un ensayo multicéntrico fase II del estudio para evaluar el trasplante de células hematopoyéticas en pacientes con linfoma relacionado con el VIH (HRL, del inglés HIV-related lymphoma). Los individuos elegibles sufrían de HRL persistente o recidivante a la quimioterapia, eran mayores de 15 años de edad, y tenía una infección viral tratable. Los pacientes fueron preparados utilizando medicamentos utilizados para quimioterapia, recibiendo un régimen para el trasplante y un manejo para la terapia antiretroviral (TAR). El criterio principal de valoración fue la supervivencia global (SG) de un año. Cuarenta y tres personas fueron incluidas y finalmente 40 fueron sometidos al procedimiento. La carga viral antes del trasplante que fue considerada indetectable correspondió a menos de 50 copias / mL, reflejado en 32 casos (80%), mientras que el recuento de linfocitos T CD4+ fue de 249 células / uL (rango 39-797).
Los resultados mostraron que a los 24,8 meses de seguimiento promedio, las probabilidades de SG de uno y dos años fueron de 87,3% (IC 95%: 72,1% - 94,5%) y de 82% (65,9% - 91%), respectivamente. La probabilidad de supervivencia libre de progresión de dos años fue del 79,8% (IC del 95%: 63,7% - 89,4%), mientras que la mortalidad relacionada con el trasplante (MRT) tras un año fue del 5,2%. El tiempo de recuperación promedio de neutrófilos y de plaquetas fue de 11 y de 18 días, respectivamente. Un total de 15 pacientes desarrollaron toxicidades superiores a grado 3, dentro del año posterior al TACH (2 individuos, en grado 4, y 13 en grado 3). Diecisiete personas tuvieron al menos un episodio de infección post-trasplante. Al año tras el TACH, el recuento medio de células T CD4+, fue de 280 (rango de 28,8 a 1148,0). El 82,6% de las personas tuvo una carga viral indetectable. Finalmente, los resultados clínicos después del procedimiento, entre los afectados con el linfoma relacionado al VIH y controles sin la infección, no presentaron diferencias estadísticamente significativas.
En conclusión, los pacientes con linfoma relacionado al VIH deberían ser considerados candidatos para trasplante de células hematopoyéticas, en caso de que cumplan los criterios estándar para el procedimiento.
