Suplemento alimentario propende la regulación de glucosa
Su mecanismo de acción radica en la mejora de la salud intestinal y el refuerzo del sistema inmune.
Los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) son metabolitos producidos por la microbiota intestinal que afectan en gran medida a la salud y las enfermedades humanas. Producidos principalmente a partir de la fermentación de carbohidratos no digeribles, los AGCC, sobre todo el acetato, el propionato y el butirato, son antiinflamatorios y fundamentales para mantener la homeostasis intestinal, además de desempeñar un papel en el metabolismo energético del huésped.
Ua disminución de ellos, es un indicador de la pérdida de bacterias beneficiosas (disbiosis), que suele estar asociada a enfermedades crónicas autoinmunes e inflamatorias, como la diabetes de tipo 1 (T1D) y la diabetes de tipo 2. La ingesta insuficiente de fibra dietética o una microbiota intestinal deficiente en la producción de AGS puede ser la base del aumento de la incidencia de la T1D y de muchas otras enfermedades y, por tanto, una intervención dietética dirigida a la microbiota que aborde la disbiosis funcional subyacente puede tener un gran potencial en los seres humanos para prevenir o tratar enfermedades.
Investigadores de la Universidad de Monash, la Universidad de Sidney y la Universidad de Queensland realizaron un ensayo clínico que muestra que un suplemento alimenticio de origen vegetal podría mejorar la salud intestinal y reforzar el sistema inmunitario en personas con diabetes de tipo 1. El equipo llevó a cabo un ensayo piloto y de viabilidad de un solo brazo con almidón resistente al maíz de alta amilosa modificado con acetato y butirato (de su sigla en inglés HAMSAB) para evaluar la seguridad, a la vez que se controlaron los cambios en la microbiota intestinal, en consonancia con la modulación del estado del sistema inmunitario.
El suplemento se administró durante seis semanas con un seguimiento a las doce semanas en adultos con DM1. El aumento de las concentraciones de acetato, propionato y butirato de los AGCS en las heces y el plasma coincidió con un cambio en la composición y la función del sistema inmunitario. Aunque el control de la glucosa y las necesidades de insulina no cambiaron en general, los participantes con las mayores concentraciones de ácidos grasos de cadena corta mostraron el mejor control de la glucosa después de la suplementación.
La persistencia de estos efectos sugiere que una dieta dirigida puede ser un mecanismo para alterar los perfiles inmunitarios, promover la tolerancia inmunitaria y mejorar el control glucémico en el tratamiento de la diabetes.
