Sepsis en el embarazo produce insuficiencia placentaria
El aumento de la vigilancia prenatal debería estar garantizado para estas pacientes.
Las embarazadas son especialmente susceptibles a la sepsis y al shock séptico debido a las adaptaciones fisiológicas, mecánicas e inmunológicas específicas que ocurren durante la gravidez.
Las tasas de sepsis durante el embarazo y el puerperio se están incrementando y esto puede estar asociado a la evolución de las características de las pacientes obstétricas, como la edad, el aumento de las puntuaciones del índice de masa corporal (IMC calculado como peso en kilogramos dividido por altura en metros al cuadrado) y de la prevalencia de enfermedades crónicas.
Los embarazos complicados por esta condición, se asocian a mayores tasas de resultados obstétricos adversos, que incluyen la cesárea, hemorragias postparto y nacimientos prematuros. El conocimiento que se tiene en la actualidad está basado en experiencias antes del parto y poco se conoce sobre la asociación entre la sepsis y los embarazos de término, particularmente de quienes se recuperan de la infección.
Stephanie Gaw, del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas del a Universidad de California, lideró una investigación cuya hipótesis fue que los individuos con antecedentes de sepsis antes del parto tienen una mayor probabilidad de complicaciones obstétricas asociadas a la insuficiencia placentaria.
De un registro de 14.565 pacientes, quienes presentaron sepsis eran más jóvenes (media de la edad en el momento del parto 30,6 años frente a 33,1 años; P < 0,001), más propensas a tener diabetes pregestacional (8,5% v/s 1,6%) y tenían una media más alta de índice de masa corporal pregestacional (26,1 frente a 24,4; P = 0,03) que las mujeres del grupo control.
Además, desarrollaron infecciones del tracto urinario (40,7%) e infecciones pulmonares (37,3%).
Los rasgos de insuficiencia placentaria se observaron con mayor frecuencia en las pacientes con sepsis que en las del grupo de referencia (35,6% v/s 23,8%). También estuvo asociado a una mayor tasa de enfermedad hipertensiva gestacional, preeclampsia y elevadas tasas de ocurrencia de hemorragia postparto.
Finalmente, la infección temprana (menos de 24 semanas de edad gestacional) se asoció con una probabilidad más alta de presentar complicaciones ligadas a la insuficiencia placentaria.
