Riesgo de infecciones varía levemente entre antirreumáticos
En pacientes con artritis reumatoide que reciben abatacept, rituximab o tocilizumab se aprecian diferencias modestas en los riesgos relativos de infecciones severas.
Las opciones terapéuticas para los pacientes con artritis reumatoide (AR) han mejorado significativamente en las últimas décadas. Los fármacos biológicos antirreumáticos modificadores de la enfermedad comprenden agentes con diferentes modos de acción y pueden clasificarse como inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNFi) y en aquellos no TNFi (por ejemplo, abatacept, tocilizumab, rituximab). Debido a su repercusión en el sistema inmunitario, han surgido preocupaciones sobre la seguridad, incluidas las infecciones graves.
El objetivo de este estudio fue estimar (1) las tasas de incidencia (IR) de infecciones severas (IS) ajustadas por edad y sexo y (2) los riesgos relativos (RR) de IS en pacientes con AR que inician el tratamiento con abatacept, rituximab o tocilizumab en la atención habitual. Las IS incidentes (hospitalizaciones por infección) y los factores de confusión potenciales se identificaron mediante registros nacionales de Suecia y Dinamarca. Se evaluaron los IR por 100 personas-año y los RR ajustados adicionalmente durante 0-12 y 0-24 meses desde el inicio del tratamiento (regresión de Poisson). Los RR específicos de cada país se agruparon mediante la ponderación inversa de la varianza.
Se identificaron 8.987 ciclos de tratamiento (abatacept: 2725; rituximab: 3363; tocilizumab: 2899). Al inicio, los tratados con rituximab eran más longevos, tenían una mayor duración de la enfermedad y más neoplasias malignas previas; Por su parte, los pacientes que recibieron tocilizumab niveles más elevados de proteína C reactiva. Durante los meses 0-12 y 0-24 de seguimiento, se identificaron 456 y 639 eventos de IS, respectivamente. Las IR a los 12 meses ajustadas por edad y género para abatacept / rituximab / tocilizumab, fueron las siguientes: 7,1 / 8,1 / 6,1 para Dinamarca y 6,0 /6,4 / 4,7 para Suecia. Las IR a 24 meses fueron de 6,1 / 7,5 / 5,2 para Dinamarca y 5,6 /5,8 / 4,3 para Suecia. Los RR ajustados a los 2 meses para tocilizumab versus rituximab fueron 0,82 (0,50 a 1,36) para Dinamarca y 0,76 (0,57 a 1,02) para Suecia, combinados 0,78 (0,61 a 1,01). Para abatacept versus rituximab 0,94 (0,55 a 1,60) para Dinamarca y 0,86 (0,66 a 1,13) para Suecia, agrupados 0,88 (0,69 a 1,12). Finalmente, para abatacept versus tocilizumab, 1,15 (0,69 a 1,90) para Dinamarca y 1,14 (0,83 a 1,55) para Suecia, agrupados 1,13 (0,91 a 1,42). Los RRs ajustados para 0 - 24 meses fueron similares.
Los autores concluyen que para los pacientes que comienzan su terapia con abatacept, rituximab o tocilizumab, se observan diferencias en las características iniciales. Además, se aprecian diferencias numéricas en las tasas de incidencia de infecciones severas entre los fármacos. Los riesgos relativos parecen variar con el fármaco (tocilizumab < abatacept < rituximab), pero deben interpretarse con cautela debido a los pocos eventos y al riesgo de confusión residual.
