Pediatría
Restricción de fructosa: menor riesgo cardiovascular
En niños con obesidad, el reemplazo isocalórico de este monosacárido por alimentos que contienen almidón, optimiza los niveles de marcadores de enfermedad cardíaca, como el colesterol LDL y los triglicéridos.
La fructosa de la dieta puede jugar un papel en la patogénesis del síndrome metabólico (SM). Recientes estudios en niños obesos con SM, se ha demostrado que la restricción isocalórica de este monosacárido reduce el nivel de triglicéridos (TG) y de colesterol LDL (LDL-C) en ayunas.
El estudio (Alejandro Gugliucci y colegas de la Universidad de Touro en California, Estados Unidos) contó con 37 niños con SM, cuya edad oscilaba entre 9 a 18 años de edad, quienes además presentaban al menos un trastorno crónico del metabolismo: niveles elevados de TG, hipertensión o hígado graso. Por un período de 9 días, los participantes tuvieron una dieta normal, pero reemplazando todos los alimentos azucarados por compuestos ricos en almidón. Adicionalmente, fueron sometidos a análisis bioquímicos en los días 0 y 10, analizando subclases de colesterol y apolipoproteínas.
Los resultados evidenciaron reducciones significativas en apoB, apoC-III y apoE, (p <0,001). Por otro lado, el LDL-C pequeño y denso, un tipo de colesterol vinculado a la enfermedad cardíaca, disminuyó en un 68%, mientras que el HDL-C de mayor tamaño aumentó en un 2,4%. Por último, los análisis de sangre realizados antes y después del periodo de intervención mostraron que la disminución de la ingesta del azúcar resultó en un descenso del 33% en el nivel de TG y de un 49% en la apoC-III.
En suma, la restricción isocalórica de la fructosa optimiza los niveles de lipoproteínas utilizadas como marcadores de riesgo para la enfermedad cardiovascular en niños con obesidad y síndrome metabólico. La reducción más notoria se produce en los niveles de apoC-III, que en elevadas concentraciones se asocia con hipertrigliceridemia aterogénica.
