Cardiología
RCP previene daños cerebrales tras un paro cardíaco
El estudio muestra que transeúntes que practican primeros auxilios a la persona afectada ayudan a elevar su probabilidad de sobrevivencia y a reducir complicaciones a largo plazo.
El efecto de intervenciones extra hospitalarias de espectadores y transeúntes quienes asisten a personas que han sufrido un paro cardíaco no ha sido estudiado de forma amplia en relación a los resultados clínicos funcionales a largo plazo.
Kristian Kragholm y especialistas del Hospital de la Universidad de Aalborg (Dinamarca) vincularon los datos nacionales sobre paros cardíacos extra hospitalarios en Dinamarca con información acerca de resultados clínicos e información sobre los riesgos de daño cerebral anóxico al año post evento, las tasas de admisión a hogar de ancianos y la muerte por cualquier causa entre los pacientes que sobrevivieron a lo menos 30 días tras el problema al corazón asistido fuera del hospital. Se analizaron los riesgos según si las personas afectadas fueron o no reanimadas mediante resucitación cardiopulmonar (RCP) o desfibrilación. Finalmente, se evaluaron los cambios temporales en las intervenciones aplicadas por terceros y resultados clínicos.
Entre los 2.855 pacientes que sobrevivieron 30 días tras el paro cardíaco fuera del hospital, un total del 10,5% tuvo daño cerebral o fueron ingresados a asilos de ancianos y el 9,7% falleció durante el período de seguimiento de 1 año. Durante el estudio, entre los 2.084 individuos que sufrieron la complicación cardíaca, pero que no fueron asistidos por personal médico, la tasa de RCP aplicada por espectadores aumentó del 66,7% al 80,6% (P <0,001), la de desfibrilación ejercida por los mismos se incrementó del 2,1% al 16,8% (P <0,001), mientras que los niveles de lesión cerebral o el ingreso a hogar de ancianos disminuyó de 10,0% a 7,6% (P <0,001). Adicionalmente, la mortalidad por todas las causas se redujo de 18,0% a 7,9% (P = 0,002). En los análisis ajustados, la RCP se vinculó con un riesgo de daño cerebral o de admisión en un asilo, que fue significativamente menor en comparación a la ausencia de reanimación (R = 0,62 IC del 95%: 0,47 a 0,82). Por último, la probabilidad de sufrir complicaciones fue aún más bajas entre los pacientes que recibieron desfibrilación.
En conclusión, el estudio, muestra que la reanimación cardiopulmonar aplicada por espectadores y la desfibrilación, se asocian con riesgos significativamente menores de daños cerebrales, tasas de admisión en un hogar de ancianos y muerte por cualquier causa, en comparación a la ausencia de resucitación.
