Geriatría
Polución incide en la fragilidad de adultos mayores
El estudio revela que la exposición crónica al plomo, cadmio y al humo de segunda mano se relaciona con limitaciones de movilidad y menor fuerza en personas de edad avanzada.
La fragilidad es un síndrome relacionado con la edad que se caracteriza por la reducción de la fuerza, resistencia, y la función fisiológica, lo que aumenta la vulnerabilidad de un individuo, contribuyendo a desarrollar dependencia o sufrir la muerte. Actualmente, se está llevando a cabo una amplia investigación para determinar los factores de riesgo prevenibles y los mecanismos de esta condición.
El objetivo de esta revisión (Esther García-Esquinas & Fernando Rodríguez-Artalejo de la Universidad Autónoma de Madrid) fue resumir la evidencia existente sobre las posibles asociaciones entre los contaminantes ambientales, limitaciones en el funcionamiento físico y la fragilidad entre los adultos mayores.
Los resultados evidenciaron solo unos pocos estudios que evaluaron la asociación entre contaminantes ambientales específicos y fragilidad. Los análisis transversales sugieren una relación entre el humo de segunda mano y la exposición al plomo con la prevalencia de limitaciones funcionales y debilidad en los adultos de edad avanzada. También sugieren un vínculo entre la exposición a cobalto y problemas para caminar. Adicionalmente, un estudio longitudinal encontró un mayor riesgo de fragilidad después de la exposición a PM2.5 entre individuos hospitalizados por infarto de miocardio, mientras que otro mostró una asociación inversa entre el contacto con cadmio y ftalatos y la fuerza de agarre manual.
Finalmente, existe una clara necesidad de realizar más estudios para evaluar los efectos de la contaminación ambiental sobre el deterioro físico, y el desarrollo y progresión de la fragilidad. Epidemiólogos ambientales y geriatras deben trabajar juntos para hacer frente a estos relevantes retos de salud pública.
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