Cirugía
OMS actualiza directrices para prevenir infecciones quirúrgicas
Al aplicar estas nuevas recomendaciones basadas en evidencia, se pretende reducir el daño operatorio, mejorar la calidad de vida y contribuir al freno de la resistencia antibiótica.
Las infecciones en el sitio quirúrgico (ISQ) se encuentran entre los eventos asociados a la atención sanitaria más prevenibles y representan una carga sustancial para los sistemas de salud en todo el mundo, en términos de morbilidad y mortalidad de los pacientes.
La prevención de las ISQ es compleja y requiere la integración de una serie de medidas antes, durante y después de la cirugía. A pesar de su relevancia, no hay directrices internacionales, existiendo además inconsistencias en la interpretación de la evidencia y en las guías clínicas a nivel local.
Teniendo en cuenta la carga de las infecciones de este tipo en todo el mundo, las numerosas lagunas en directrices basadas en evidencia y la necesidad de una estandarización global, especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revisaron las recomendaciones científicas para la prevención de las ISQ. Para ello, se llevaron a cabo búsquedas en MEDLINE (Ovid o PubMed), Embase, Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados, bases de datos médicas regionales de la OMS, entre otras, para identificar artículos relevantes. Se analizaron revisiones sistemáticas y consensos de expertos, considerando el equilibrio entre beneficios y daños, las implicaciones de calidad los ensayos, el costo y uso de los recursos, y los valores y preferencias del paciente. Finalmente, presentaron recomendaciones sobre medidas preventivas a seguir previo a una operación.
Dentro de las recomendaciones más relevantes se encontraron la óptima higiene corporal y evitar la depilación de la zona donde se realiza la operación. Lo anterior, debido a que tras una profunda revisión de la evidencia, se determinó que no provee un beneficio claro, e incluso podría ser perjudicial, ya que los micro cortes que eventualmente se pueden hacer, son posibles nuevos focos infecciosos. Otra de las principales sugerencias, fue la administración de antibióticos antes de la intervención, pero no después de ésta, siendo lo más óptimo proveerlos 120 minutos antes, momento en que se ha observado una mayor efectividad. Adicionalmente, no se encontraron pruebas de que funcionen con posterioridad. Finalmente, se aconseja su uso en procedimientos de mayor envergadura, evitando su empleo en cirugías menores.
En resumen, el presente trabajo discute la evidencia de una amplia gama de medidas preventivas identificadas por un panel de expertos, lo que potencialmente puede contribuir a reducir el riesgo de ocurrencia de infecciones operatorias.
Temas Relacionados
