Música fortalece las redes cerebrales cognitivas
La intervención temprana en prematuros conduce a una arquitectura neurológica funcional que es similar a la de recién nacidos de término.
Los bebés prematuros son atendidos en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN), que son lugares muy concurridos y con una gran cantidad de ruido mecánico que se reconoce cada vez más como un obstáculo para el desarrollo normal del cerebro. Por lo tanto, las UCIN han invertido en procedimientos de cuidados del neurodesarrollo, con música, por ejemplo, pero faltan pruebas neurobiológicas para apoyar estas intervenciones.
Varios estudios han considerado los efectos de la música en prematuros y han mostrado efectos estabilizadores sobre frecuencias cardíacas y respiratorias, reducciones en el número de eventos de apnea y bradicardia por día, mejor gasto energético en reposo, mejor alimentación, mayor aumento de peso y patrones de sueño más maduros. Sin embargo, estos estudios han producido resultados inconsistentes. Los factores que contribuyen a estas variaciones son el tipo de música utilizada (instrumento, en vivo o grabada), la duración de la exposición (a menudo de solo unos pocos días), las distintas edades gestacionales al nacer y al momento de la intervención, y diversas medidas de resultado (esencialmente observación del comportamiento, variabilidad de la frecuencia cardíaca, etcétera). Además, los efectos de una intervención musical en el desarrollo de la red cerebral no se han estudiado antes.
Por lo tanto, en este ensayo clínico se estudiaron los efectos de una intervención basada en la música sobre el desarrollo cerebral de los recién nacidos prematuros. Usando imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI) en estado de reposo, los autores proporcionaron pruebas de que la música mejora la conectividad en un circuito cerebral que involucra la red de saliencia con regiones implicadas en funciones sensoriales y cognitivas de orden superior, que en recién nacidos prematuros se sabe que se encuentran alteradas.
En suma, la exposición a la música conduce a arquitecturas cerebrales funcionales que son más similares a las de recién nacidos a término, lo cual aporta evidencia de un efecto beneficioso en el cerebro prematuro.
