Leche materna mejora el rendimiento cardíaco en prematuros
La alimentación con leche materna durante los primeros meses del desarrollo posnatal sugiere un posible efecto cardioprotector a largo plazo.
Quienes nacieron de forma prematura tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos cardiometabólicos, incluyendo cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, hipertensión sistémica y pulmonar y una mayor mortalidad por enfermedad cardiovascular. El corazón de estas personas muestra un fenotipo cardiaco único con un volumen biventricular reducido, menor longitud, menor función sistólica y diastólica y un aumento desproporcionado de la masa muscular.
Investigadores del Departamento de Neonatología del Hospital de Boston y de la Escuela de Medicina de Harvard plantearon la hipótesis que un mayor consumo de leche materna en los bebés prematuros se asociaría con un mayor rendimiento cardíaco durante el primer año de vida.
Para testear la hipótesis, se controlaron medidas ecocardiográficas de la tensión longitudinal del ventrículo derecho e izquierdo, el índice de masa del ventrículo izquierdo y las áreas del ventrículo derecho (morfología), y la resistencia vascular pulmonar (hemodinámica pulmonar).
Los principales resultados del estudio mostraron que los prematuros que tomaron leche materna mostraban una mayor función y estructura del ventrículo izquierdo y derecho con presiones pulmonares más bajas y un mejor acoplamiento entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar al primer año de vida. Todas las mediciones se acercaban a las observadas en los controles de los nacidos de término.
En conclusión, el estudio encontró una asociación beneficiosa entre el consumo de leche materna, la salud y desarrollo cardiovascular en prematuros.
