Infectología
Infección enteroviral protege contra la leucemia infantil
El estudio mostró una relación inversa entre niños afectados con estos patógenos y el desarrollo de esta enfermedad de la médula ósea.
La leucemia es el cáncer más común en niños y representa actualmente más de un tercio de los tumores malignos pediátricos. Dentro de este tipo de neoplasia hematológica, la leucemia linfoblástica aguda es la más predominante, alcanzando un 70 - 80% de los casos, mientras que la mieloide aguda, da cuenta aproximadamente del 15 - 17% de los casos. Por otro lado, se ha propuesto que la exposición a infecciones comunes en la niñez temprana conduce a una menor probabilidad del cáncer. Sin embargo, aunque las infecciones con enterovirus son comunes en esa etapa, la relación entre éstas y el trastorno hematológico no ha sido analizada en estudios de cohorte.
El objetivo del estudio (Chia-Hung Kao y colaboradores de la Universidad Médica China, Taiwán) fue evaluar el riesgo de leucemia después de una infección enteroviral en niños. Para esto, los autores realizaron un ensayo de cohorte retrospectivo, analizando información a partir de la Base de Datos Nacional de Investigación y Seguros de Salud (NHIRD), en Taiwán. En primer lugar, se identificaron niños menores a 18 años con cuadros enterovirales. Posteriormente, con el uso de números aleatorios generados por computadora, niños no infectados fueron seleccionados al azar y emparejados con los afectados, por ítems como sexo, edad, nivel de urbanización, ocupación de los padres e índice anual de la infección. Solamente fueron incluidos aquellos pacientes con información basal completa para edad y sexo, y quienes hayan tenido al menos 3 visitas clínicas con diagnóstico debido a este patógeno. La fecha de diagnóstico de la primera visita causada por enterovirus se definió como la fecha del índice para el inicio del seguimiento anual de los participantes. Se realizó un seguimiento a todos los individuos hasta la aparición del cáncer sanguíneo, hasta la pérdida del seguimiento, retiro del programa o hasta el final del estudio sin aparición del trastorno hematológico. El primer punto de término del estudio fue el diagnóstico de leucemia durante el seguimiento.
La información procedente de reclamos de seguros de salud para 3.054.336 niños menores de 18 años, fue seleccionada al azar a partir de pacientes asegurados en la NHIRD. Los resultados permitieron identificar 282.360 casos por enterovirus entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2007. Las tasas de densidad de incidencia de leucemia fueron 3,26 por cada 100.000 personas/año para quienes sufrieron contagio y de 5,84 por cada 100.000 personas/año para quienes no lo sufrieron. Complementariamente, el riesgo fue significativamente menor en el cohorte de infectados respecto a los que no lo estuvieron (R= 0,44; IC del 95%: 0,31 - 0,60; p< 0,0001). Por otro lado, niños con enterovirus tuvieron un menor riesgo de leucemia linfocítica (R= 0,44: 0,30 - 0,65; p <0,0001) y de leucemia mieloide aguda (R= 0,40: 0,17- 0,97; p <0,04). Finalmente, se determinó que tanto la herpangina como la fiebre aftosa humana fueron las principales patologías virales asociadas con la reducción de la enfermedad hematológica.
En resumen, los autores concluyen que el peligro de desarrollar leucemia es significativamente menor en quienes han sido afectados por enterovirus, comparado con niños no expuestos.
