Imperecedera evidencia que apoya la vacunación
Este estudio remarca la importancia de una vigilancia continua para prevenir nuevos brotes y casos importados de sarampión.
El sarampión fue declarado como erradicado en los Estados Unidos en el año 2000, pero el riesgo de nuevos brotes debido a importaciones internacionales continúa. Un brote nuevo en la ciudad de Nueva York comenzó cuando un niño no vacunado regresó con sarampión a su hogar desde Israel. El inicio de la erupción ocurrió el 30 de septiembre de 2018, nueve días después de que el niño regresó a casa.
Jane Zucker y colaboradores del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York (Estados Unidos) investigaron casos sospechosos de sarampión realizando entrevistas, revisando registros médicos y de inmunización, identificando personas expuestas y realizando pruebas de diagnóstico. La vacuna contra el sarampión-papera-rubéola (MMR) fue monitoreada por los investigadores mediante el uso de un registro de inmunización validado.
Se confirmaron un total de 649 casos de sarampión, con aparición de erupción cutánea entre el 30 de septiembre de 2018 y el 15 de julio de 2019. La mayoría de los pacientes (93,4%) formaban parte de la comunidad judía ortodoxa y 473 de los pacientes (72,9%) residía en el área de Williamsburg de Brooklyn, Nueva York. La mediana de edad fue de 3 años; El 81,2% de los afectados tenían 18 años o menos, y el 85,8% de los pacientes con antecedentes de vacunación conocidos no estaban vacunados. Las complicaciones graves incluyeron neumonía (en 37 casos [5,7%]) y hospitalización (en 49 personas [7,6%]). Entre los hospitalizados, 20 (40,8%) ingresaron en una unidad de cuidados intensivos. Como resultado de los esfuerzos para promover la inmunización, el porcentaje de niños en Williamsburg que recibieron al menos una dosis de la vacuna MMR aumentó de 79,5% a 91,1% entre los pequeños de 12 a 59 meses de edad. Hasta el 9 de septiembre de 2019, un total de 559 miembros del personal del Departamento de Salud e Higiene Mental (7% de la agencia) habían participado en la respuesta al sarampión. Finalmente, los investigadores estimaron que el costo de la respuesta del Departamento de Salud e Higiene Mental fue de 8,4 millones de dólares.
En conclusión, la importación de casos y el retraso en la vacunación entre los niños pequeños originó un brote de sarampión en la ciudad de Nueva York. La respuesta al brote fue intensiva en recursos y causó enfermedades graves, particularmente entre los niños no inmunizados.
