Hormonas sexuales inciden en riesgo de ECV
Una proporción más alta de testosterona y estradiol se asocia con mayor peligro de enfermedad cardiovascular.
Los niveles más altos de andrógenos y estrógenos están asociados con factores de riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en las mujeres. Sin embargo, los estudios sobre las hormonas sexuales y los incidentes de ECV han mostrado resultados contradictorios.
Di Zhao y colaboradores evaluaron las asociaciones de los niveles de hormonas sexuales con los eventos incidentes de ECV, enfermedad coronaria (EC) e insuficiencia cardíaca (IC) entre pacientes sanas al inicio del estudio. Los autores estudiaron a 2.834 mujeres posmenopáusicas que participaron en el estudio MESA (Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis) con niveles de testosterona, estradiol, dehidroepiandrosterona y globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG, por sus siglas en inglés) medidos al inicio del estudio (2000 a 2002). Finalmente, se utilizaron modelos de riesgo de Cox para evaluar las asociaciones de las hormonas sexuales con cada resultado, ajustando por demografía, factores de riesgo de ECV y el uso de terapia hormonal.
La edad media fue de 64,9 ± 8,9 años. Durante los 12,1 años de seguimiento, ocurrieron 283 incidentes de ECV, 171 de EC y 103 de IC. En los modelos ajustados por variables múltiples, el cociente de riesgo (IC del 95%) asociado con el nivel de hormona sexual logarítmicamente transformada para los resultados respectivos de ECV, EC e IC, fue el siguiente: testosterona total: 1,14 (IC del 95%: 1,01 a 1,29), 1,20 (IC del 95%: 1,03 a 1,40), 1,09 (IC del 95%: 0,90 a 1,34); estradiol: 0,94 (IC del 95%: 0,80 a 1,11), 0,77 (IC del 95%: 0,63 a 0,95), 0,78 (IC del 95%: 0,60 a 1,02); y cociente testosterona/estradiol: 1,19 (IC del 95%: 1,02 a 1,40), 1,45 (IC del 95%: 1,19 a 1,78), 1,31 (IC del 95%: 1,01 a 1,70). Los niveles de dehidroepiandrosterona y SHBG no se vincularon con estos resultados.
Entre las mujeres posmenopáusicas, una proporción más alta de testosterona/estradiol se asocia con un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular, coronaria e insuficiencia cardíaca. Niveles más altos de testosterona se relacionan con un aumento de CVD y EC, mientras que más estradiol se vincula con un riesgo más bajo de ECV.
