Salud Pública
Fumar menos se vincula con menor consumo de alcohol
El estudio evidencia que personas que intentan abandonar el cigarro son más propensas a beber moderadamente en comparación a fumadores que no tratan de renunciar al tabaco.
El consumo de alcohol durante los períodos de esfuerzo por dejar el tabaco puede provocar una recaída y por este motivo a los fumadores a menudo se les aconseja limitar su ingesta de bebidas durante este tiempo.
En este estudio (liderado por Jamie Brown del University College London, Reino Unido) se evaluó a nivel poblacional si los fumadores que recientemente iniciaron un intento de dejar el tabaco eran más propensos que otros en cuanto a reportar un menor consumo de alcohol y tratar de reducir su ingesta. Los investigadores analizaron datos de una encuesta de casi 6.300 fumadores en Inglaterra, quienes también completaron un cuestionario validado sobre ingesta alcohólica (AUDIT-C). Los que declararon haber intentado dejar el cigarro en la última semana previo a la encuesta, fueron comparados con los que no lo hicieron. Finalmente, aquellos con puntajes en el cuestionario AUDIT-C superiores a 5, también fueron evaluados en cuanto a sus deseos de reducir la cantidad de alcohol que ingerían.
Después de realizar ajustes por características socio-demográficas y el estado de tabaquismo, los fumadores que informaron sobre esfuerzos de abandono en la semana previa a la encuesta tuvieron puntuaciones en el cuestionario AUDIT-C más bajas en comparación con aquellos que no reportaron la intención (β = -0,56, IC del 95%: -1,08 a -0,04). Por este motivo, fueron clasificados como individuos de bajo riesgo de recaída. Los autores observaron que los valores AUDIT-C más bajos parecían ser el resultado de puntuaciones más bajas en el ítem de frecuencia de borracheras (β = -0,25, IC 95% = -0,43 a -0,07), donde los que reportaron un intento de abandono fueron menos propensos a beber en exceso, quienes además notificaron su preocupación por reducir las cantidades de licor que tomaban.
En resumen, los fumadores que informan haber iniciado un abandono de este hábito también lo acompañan de un menor consumo de alcohol, incluyendo borracheras poco frecuentes, y parecen ser más propensos a tratar de limitar la ingesta de este tipo de bebidas, en comparación con aquellos que no reportan intentos de renuncia al tabaco.
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