Salud Pública
Frutas y verduras sin almidón evitan ganancia de peso
La investigación mostró que mientras se eleva su consumo diario, existe una menor probabilidad de generar un exceso de masa corporal, contribuyendo a la prevención de la obesidad y otros problemas de salud.
Las actuales guías dietéticas recomiendan comer una variedad de frutas y verduras. Sin embargo, en base a la composición de nutrientes, algunas de ellas, particularmente pueden ser más o menos beneficiosas para mantener o alcanzar un estado saludable. En consecuencia, los autores proponen la hipótesis que un mayor consumo de este tipo de alimentos con gran contenido de fibra o menor carga glucémica, está fuertemente asociado con un peso propicio.
Para corroborar lo anterior, Monica L. Bertoia y colaboradores de la Escuela Médica de Harvard, en Boston, Estados Unidos, examinaron la relación entre la modificación de la ingesta y la variación de peso en un estudio prospectivo basado en tres cohortes amplias de 133.468 hombres y mujeres de Estados Unidos. Se realizó un seguimiento de 1986 a 2010 para determinar estas asociaciones dentro de intervalos de tiempo múltiple de 4 años, ajustadas por cambios simultáneos en otros factores de estilo de vida, incluyendo aspectos de la dieta, el tabaquismo y la actividad física. Los resultados fueron combinados usando una aleatorización de datos mediante un meta-análisis.
El aumento de la ingesta de frutas se vinculó inversamente con la variación de peso: frutas totales -0,53 libras (lb) por porción diaria (IC del 95%: -0,61, -0,44), bayas -1,11 lb (IC del 95% -1,45, -0,78), y manzanas/peras -1,24 lb (IC del 95% -1,62, -0,86). Similarmente, el incremento del consumo de varias verduras también condujo al mismo comportamiento: verduras totales -0,25 lb por porción diaria (IC del 95% -0,35, -0,14), tofu/soya -2,47 lb (IC 95%, -3,09, -1,85) y coliflor -1,37 lb (IC del 95% -2,27, -0,47). Contrariamente, una alimentación con vegetales que contienen almidón, incluyendo maíz, arvejas y papas, condujo a una ganancia de peso. Adicionalmente se encontró que las verduras con mayor cantidad de fibra y con menor carga glucémica, fueron las que se asociaron inversamente de una forma más notoria con la variación de esta magnitud, en comparación con aquellas de menor contenido de fibra y vegetales con una importante carga glicémica (p <0,0001). Finalmente, a pesar de la medición de los factores de confusión claves en el análisis, el potencial de confusión residual no pudo ser descartado, y aunque el cuestionario de frecuencia alimentaria especificó el tamaño de la porción, la evaluación de la dieta utilizando cualquier método tendría error de medición.
En resumen, el aumento del consumo de frutas y verduras sin almidón se relaciona inversamente con el cambio de peso, con diferencias importantes por tipo que sugieren que otras características de estos alimentos influyen en la magnitud de su asociación con la medida.
