Salud Pública
Ejercicio puede contrarrestar los daños del sedentarismo
El estudio muestra que una actividad física regular contribuye a disminuir los efectos nocivos de permanecer demasiado tiempo sentado, observándose mejoras en medidas anatómicas y cardiometabólicas.
Tanto la actividad física y el comportamiento sedentario se han vinculado individualmente con la salud, sin embargo, el grado en que la combinación de estos estilos de vida influyen en el estado del organismo es menos conocido.
El objetivo del estudio fue examinar las asociaciones de cuatro categorías mutuamente excluyentes de actividad física y el tiempo de sedentarismo sobre marcadores cardiometabólicos, en una muestra representativa de adultos ingleses. Los autores (Kishan Bakrania y colegas de la Universidad de Leicester, Inglaterra) utilizaron una encuesta nacional de salud del año 2008 para obtener información sobre 2.131 participantes de 18 años, quienes fueron agrupados en cuatro categorías de comportamiento: (1) "Busy Bees": físicamente activos y bajo sedentarismo, (2) "Sedentarios ejercitados": físicamente activos y alto sedentarismo, (3) “Movimiento liviano”: inactividad y bajo sedentarismo, y (4) "Teleadictos": inactividad y elevado sedentarismo. "Físicamente activo" se definió como la acumulación de por lo menos 150 minutos de ejercicio moderado a vigoroso por semana. Por otro lado, fue catalogado de "Sedentarismo bajo" a individuos del cuartil inferior en la relación entre tiempo de inmovilidad promedio y la intensidad moderada promedio de ejercicio. Adicionalmente, se evaluaron las diferencias en los marcadores de salud a través de las categorías, mediante modelos de regresión lineal ponderados, ajustados por confusores. Por último, se exploraron las asociaciones entre medidas continuas de ambos estilos de vida, con parámetros corporales, incluyendo una serie de análisis de sensibilidad.
En comparación con los "teleadictos", los de la catalogación "Busy Bees" obtuvieron mejores parámetros reflejados en: IMC: -1.67 kg / m 2 (p <0,001); una circunferencia de cintura de 1,17 cm menos (p = 0,007); niveles de hemoglobina glucosilada inferior en un 0,12% (p = 0,003); y colesterol HDL de 0,09 mmol / l (p = 0,001)]. Por otro lado, al comparar a los "sedentarios ejercitados" y los de "movimiento liviano", respecto al grupo más inmóvil, también se observaron marcadores más saludables: IMC: -1.64 kg / m 2 (p <0,001); hemoglobina glucosilada: -0,11% (p = 0,009); colesterol-HDL: 0,07 mmol / l (p <0.001)] para los primeros, mientras que para los segundos solo mejoró el colesterol-HDL (0,11 mmol / l (p = 0,004)]. Finalmente, los análisis continuos mostraron una consistencia con las respecttivas categorías y la sensibilidad de los ensayos, indicando robustez y estabilidad de las comparaciones.
En suma, realizar actividad física se relaciona con un mejor perfil de salud, incluso en aquellos con alto tiempo de sedentarismo. Un bajo nivel de esta última conducta, independiente del ejercicio, tiene una asociación positiva respecto al colesterol-HDL.
