Traumatología
Ejercicio previene el dolor lumbar
Mediante una revisión de la literatura, se determinó que la actividad física reduce considerablemente las probabilidades de sufrir lumbalgia, protección no lograda por otros métodos, como cinturones lumbares, uso de plantillas y la enseñanza para evitar la dolencia.
El dolor de espalda baja (LBP, por sus siglas en inglés) representa unas de las mayores cargas en salud a nivel mundial. A pesar de esto, las directrices clínicas existentes y las revisiones sistemáticas carecen de recomendaciones claras para su prevención.
Daniel Steffens y colegas de la Universidad de Sidney, Australia, investigaron la efectividad de las intervenciones protectoras para la lumbalgia. Para esto se realizaron revisiones en MEDLINE, EMBASE y el Registro Central de Cochrane de Ensayos Controlados, desde su inicio hasta el 22 de noviembre de 2014, seleccionándose, estudios clínicos aleatorizados, acerca de estrategias preventivas para el LBP no específico. Dos revisores independientes extrajeron los datos y analizaron el riesgo de sesgo. Para precisar este parámetro, se utilizó la Escala de Base de datos de Evidencia en Fisioterapia. Paralelamente, para describir la calidad de las pruebas, se ocupó un sistema de clasificación y evaluación (GRADE). La medida de resultado primario fue el dolor lumbar, mientras que la medida secundaria fue un episodio de licencia por enfermedad asociada a la afección. Por último, se calcularon los riesgos relativos (RR) y los intervalos de confianza (IC) del 95%, utilizando modelos de efectos aleatorios.
Mediante búsqueda bibliográfica, se identificaron 6.133 investigaciones potencialmente elegibles. De estas, 23 publicaciones (en 21 estudios clínicos aleatorios diferentes, incluyendo 30.850 participantes) cumplieron con los criterios de inclusión. Con resultados presentados como RR (con IC del 95%), se encontraron ensayos de calidad moderada que mostraron que el ejercicio combinado con la educación sobre este malestar, reduce las probabilidades de un episodio de LBP (0,55 [0,41 - 0,74]) y por otro lado, se reveló que los análisis de baja calidad no tienen ningún efecto sobre licencias (0,74 [0,44 - 1,26]). Complementariamente, la evidencia catalogada de baja a muy baja aptitud, sugiere que el ejercicio por sí solo, puede restringir el peligro de LBP (0,65 [0,50 - 0,86]) así como el uso de licencias (0,22 [0,06 - 0,76]). En estudios de moderada a muy baja calidad, la educación por sí sola, no produjo ningún resultado sobre la condición lumbar (1,03 [0,83 - 1,27]) y no tuvo influencia sobre la solicitud de licencias (0,87 [0,47 - 1,60]). Finalmente, se encontró evidencia de calidad baja a muy baja, acerca de la eficacia de cinturones lumbares, hallándose que no disminuyen los eventos de dolor (1,01 [0,71 - 1,44]) o las licencias (0,87 [0,47 - 1,60]). Este comportamiento se replicó al investigar el potencial efecto protector de plantillas de zapatos, donde las pruebas de baja calidad mostraron no ser eficaces (1,01 [0,74 - 1,40]).
En suma, los ensayos actuales sugieren que el ejercicio solo o en combinación con educación relacionada, es eficaz para evitar el dolor de espalda. Otras intervenciones, como la enseñanza por sí sola, cinturones lumbares y plantillas de zapatos, no parecen otorgar protección. Por otro lado, es incierto si tales métodos pueden prevenir licencias, debido a la baja calidad de las pruebas.
