Salud Mental
Ejercicio aeróbico beneficia la función cerebral en adultos mayores
Investigadores analizaron la potencial relación dosis-respuesta del ejercicio aeróbico sobre la capacidad cognitiva de adultos mayores, de forma de maximizar los beneficios cognitivos relacionados al ejercicio.
Estudios epidemiológicos sugieren que existe una relación dosis-respuesta entre la actividad física y capacidad cognitiva. Sin embargo, la dosis mínima y máxima de ejercicio aún se desconoce y no existen estudios randomizados que apoyen la observación indirecta de la relación lineal entre el ejercicio y la capacidad cognitiva.
En base a lo anterior, el propósito de este ensayo fue determinar la dosis de ejercicio físico necesario para otorgar beneficios cognitivos y si estos son dosis dependientes. Para el estudio, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Kansas, Estados Unidos, requirieron de participantes sedentarios o de baja actividad física sin deterioro cognitivo, los que fueron asignados aleatoriamente dentro de uno de 4 grupos analizados: grupo control sin cambio de actividad física y grupos experimentales de 75, 150, y 225 minutos de ejercicio aeróbico semanal, de intensidad moderada y semisupervisada, por un período de 26 semanas, bajo un entorno comunitario. Los resultados cognitivos fueron obtenidos mediante una batería de pruebas cognitivas: Test de Memoria Verbal, Procesamiento Visuoespacial, Atención simple, test de Razonamiento, entre otras. Además se midió la capacidad cardiorrespiratoria (consumo máximo de oxígeno) y salud funcional de los participantes.
Los resultados mostraron que incluso en los casos con intención de tratar (n=101), se observó que la capacidad cardiorespiratoria aumentó y la discapacidad percibida disminuyó de una forma dosis dependiente entre los 4 grupos. No se observaron otros efectos relacionados al ejercicio en este examen. Por otro lado, los análisis restringidos a individuos que se ejercitaban por protocolo (n=77), los que cumplieron con el esquema establecido, demostraron que la capacidad de Atención Simple mejoró equivalentemente entre todos los grupos comparados al grupo control y se observó una una clara relación dosis-respuesta entre el ejercicio y la capacidad cardiorespiratoria de los participantes.
En resumen, los autores concluyen que los beneficios cognitivos se dieron a bajas dosis de ejercicio, con un posible aumento en la función visuoespacial a dosis más altas, pero solamente en grupos que cumplieron con el ejercicio establecido por protocolo. Dado que se observó un claro efecto dosis dependiente del ejercicio aeróbico sobre la capacidad cardiorespiratoria, se sugiere que la medición de esta capacidad es un buen predictor de mejoras cognitivas en comparación a las dosis de ejercicio. De esta forma la maximización de la capacidad cardiorespiratoria individual podría ser un importante blanco terapéutico para lograr beneficios cognitivos.
