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La dopamina está asociada a varios aspectos del aprendizaje de recompensas y la selección de acciones. Este neurotransmisor también interviene en diversos trastornos mentales y es importante para la propia motivación. Según una teoría, la dopamina regula cuánto esfuerzo se dedica a las acciones o con qué rapidez se realizan.

Investigadores de la Universidad de Colonia encabezaron un estudio que pretende comprobar esta última hipótesis mediante una tarea de aprendizaje. Observaron a 31 voluntarios varones que aprendieron a asociar símbolos abstractos con recompensas quienes realizaron distintas variantes de la tarea de aprendizaje en diferentes condiciones farmacológicas. En una condición, la liberación de dopamina se incrementó farmacológicamente mediante L-dopa, un precursor de la dopamina. En otra, se aumentó utilizando una dosis baja de Haloperidol. En la condición de control, los participantes recibieron un placebo.

Mediante modelos informáticos, se analizaron los procesos de aprendizaje y toma de decisiones implicados a partir de las distribuciones de los tiempos de respuesta de los participantes.

Los científicos pudieron demostrar que cuando se elevaba farmacológicamente la liberación de dopamina, el parámetro que representa esta compensación entre velocidad y precisión se reducía tanto con L-dopa como con Haloperidol. Este efecto era mayor cuanto más rápido tomaban las decisiones los participantes. Por tanto, los resultados también demuestran que los modelos informáticos pueden proporcionar una mejor comprensión de la función de determinados sistemas neurotransmisores.

Sin embargo, aún no está claro hasta qué punto este mecanismo interviene también en decisiones que no tienen que ver directamente con la recompensa, ni qué papel desempeñan en ello las funciones motoras.