Medicina Interna
Donantes de riñón no sufren más complicaciones crónicas
El riesgo de padecer patologías relevantes como diabetes tipo 2 o resultados psicosociales adversos no es significativamente mayor en comparación con los no donantes.
La donación de riñón voluntaria es el tratamiento estándar para la enfermedad renal terminal (ESRD, por su sigla en inglés). Más de 8.000 trasplantes de riñón de donantes vivos fueron realizados en 2013 solo en Estados Unidos, Brasil y Japón. Aunque esta contribución es altamente beneficiosa para los receptores, sigue siendo un asunto complejo en términos éticos, morales y clínicos. Se practica con la expectativa de que los daños a corto y mediano plazo para el donante sean superados por los beneficios psicológicos del altruismo y por la mejora de la salud del receptor. Una conocida consecuencia de la nefrectomíaes la reducción a corto plazo de la tasa de filtración glomerular. Sin embargo, los riesgos para la salud a mediano y largo plazo siguen siendo inciertos
El objetivo de la presente investigación (Linda O'Keeffe y colegas de la Universidad de Bristol, Reino Unido) fue resumir las pruebas sobre los peligros en salud a mediano y largo plazo asociados con la donación de riñón desde voluntarios vivos. Para esto se recopiló información sin restricción de idioma desde abril de 1964 hasta julio de 2017, utilizando diferentes bases de datos: PubMed, Embase, Scopus y PsycINFO. Se seleccionaron estudios observacionales con al menos 1 año de seguimiento que comparaban resultados de salud en poblaciones adultas donantes versus grupos de personas no donantes.
En comparación con los no donantes, ninguna prueba sugirió un mayor riesgo de mortalidad por causas generales, enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes tipo 2 o resultados adversos de salud psicosocial en quienes si habían donado. Estos últimos tuvieron una presión arterial diastólica más alta, tasas de filtración glomerular estimadas más bajas y mayor probabilidad de ESRD (riesgo relativo [RR] 8,83[IC del 95%: 1,02 a 20,93]) y preeclampsia (RR, 2,12 [IC del 95%: 1,06 a 4,27]). A pesar del aumento del RR, los donantes tuvieron un riesgo absoluto bajo de ESRD (tasa de incidencia, 0,5 eventos [IC, 0,1 a 4,9 eventos] por 1000 personas/año) y preeclampsia (tasa de incidencia, 5,9 eventos [IC, 2,9 a 8,9 eventos] por 100 embarazos).
En síntesis, aunque la donación se asocia con una probabilidad elevada de enfermedad renal terminal y preeclampsia, el riesgo absoluto de estos resultados sigue siendo bajo. En comparación con las poblaciones no donantes, los proveedores de riñón no exhiben mayor riesgo de sufrir otras enfermedades crónicas importantes, como diabetes tipo 2 o resultados psicosociales adversos.
