Estrés postraumático se traspasa de padres a hijos
Las vÃctimas de violencia doméstica a menudo convierten su sufrimiento mental en dolor fÃsico y lo transmiten a sus hijos.
La somatización se refiere a la expresión de sÃntomas fÃsicos resultantes del estrés psicológico y se asocia con frecuencia a los traumas infantiles, como la exposición a la violencia comunitaria, doméstica y el maltrato infantil. En este contexto, puede conducir a visitas médicas innecesarias, procedimientos de evaluación y tratamientos que aumentan el riesgo iatrogénico. A menudo conlleva la disminución de la asistencia a la escuela, el rendimiento académico, el funcionamiento social relacionado con los compañeros, la alimentación, el sueño, la regulación de las emociones y la capacidad de experimentar placer.
Los adultos que han sufrido traumas en la infancia presentan un mayor grado de somatización. AsÃ, ¿Qué ocurre en la relación padre-hijo de estas personas? Investigadores del Hospital Universitario de Lausana (CHUV), la Universidad de Ginebra (UNIGE) y el Centro Nacional de Competencia en Investigación Synapsy analizaron los vÃnculos entre el trastorno de estrés postraumático de las madres expuestas a la violencia doméstica, la gravedad de su somatización y la de sus hijos revelando una predisposición del niño a somatizar. Los datos fueron extraidos de las entrevistas a 64 parejas madre-hijo, en las que las progenitoras sufrÃan un trastorno de estrés postraumático (TEPT) como respuesta a una historia de violencia doméstica en la edad adulta.Â
Para entender el impacto en la salud mental del niño, los investigadores vieron a las parejas madre-hijo cinco años después, cuando los niños habÃan alcanzado la edad escolar (una media de siete años). A continuación se midió la somatización del niño mediante un cuestionario de sÃntomas y una entrevista clÃnica. El estudio indicó que la gravedad del cuadro materno predice la del infante.Â
Los resultados sugieren que existe una transmisión intergeneracional de la somatización durante el desarrollo formativo temprano del niño; en otras palabras, se transmite de madre a hijo una expresión de malestar psicológico a través de quejas somáticas.Â