Disminución extra de LDL beneficia al corazón
Un descenso adicional por debajo de los valores óptimos, se asocia con una segura y efectiva reducción del riesgo cardiovascular.
Los pacientes que poseen niveles de colesterol LDL (LDL-C) de aproximadamente 3,4 mmol/L (131,5 mg/dL), se benefician con un 22% menos de eventos vasculares mayores por cada 1 mmol/L (38,7-mg/dL) de disminución de LDL-C. La magnitud de una reducción adicional del LDL-C en individuos con valores muy bajos sigue siendo objeto de debate.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia y seguridad de la reducción adicional de los valores de LDL-C en poblaciones que se presentan con niveles medios de LDL-C de 1,8 mmol/L (70mg/dL) o menores.
Se utilizó la Colaboración de Ensayos para el Tratamiento del Colesterol (CTTC) para obtener información acerca del consumo de estatinas. También se efectuaron búsquedas en Medline (2015 - abril de 2018) para terapias no relacionadas con estatinas. Los criterios de inclusión clave fueron ensayos aleatorios, doble ciego, controlado y con resultados cardiovasculares de reducción de LDL-C con datos en poblaciones que comenzaban con niveles que promediaban 1,8 mmol/L (70mg/dL) o menores. Los resultados y medidas fueron el cociente de riesgo (CR) de los principales eventos vasculares (un compuesto de muerte coronaria, infarto de miocardio, ACV isquémico o revascularización coronaria) por 1 mmol/L (38,7 mg/dL) de reducción en el nivel de LDL-C.
Los resultados mostraron que el riesgo de eventos vasculares se redujo significativamente en un 21% por cada 1 mmol/L (38.7-mg/dL) de descenso en el LDL-C, lo que fue prácticamente la misma magnitud observada en un análisis general de la CTTC, en el que el LDL-C inicial fue casi el doble de alto. No se detectó ninguna señal de seguridad desfavorable para la disminución de LDL-C.
En conclusión, existe una reducción consistente del riesgo relativo de eventos vasculares por el cambio de LDL-C en individuos que comienzan desde una mediana de 1,6 mmol/L (63 mg/dL) y alcanzan niveles tan bajos como un promedio de 0,5 mmol/L (21 mg/dL), sin observarse efectos adversos. Estos datos sugieren que una mayor restricción de LDL-C más allá de los objetivos actuales mitigaría aún más el peligro cardiovascular.
