JAMA
Detección del cáncer de mama basada en el riesgo versus mamografía anual
Un enfoque personalizado con evaluaciones genéticas y estratificación del riesgo es seguro y eficiente, iguala la detección de cánceres avanzados del cribado anual, optimiza recursos y promueve decisiones informadas.
El cribado convencional del cáncer de mama se ha caracterizado históricamente por un enfoque universal basado en la edad, que a menudo omite la heterogeneidad del riesgo individual. Este modelo presenta limitaciones, como un aumento en el diagnóstico de cánceres en estadio I sin una reducción paralela en etapas avanzadas, elevadas tasas de falsos positivos y un uso intensivo de recursos. Ante estas deficiencias, surge la necesidad de un enfoque de cribado personalizado que optimice la detección precoz y la asignación de recursos, dirigiendo estos últimos de manera más eficiente a poblaciones de mayor riesgo.
El estudio WISDOM, liderado por la Dra. Laura J. Esserman de la Universidad de California en San Francisco, EE. UU., tuvo como objetivo determinar si un cribado del cáncer de mama basado en el riesgo es una alternativa viable y segura a la mamografía anual. Se buscó establecer la no inferioridad en la detección de cánceres en estadio ≥IIB y evaluar la capacidad del enfoque basado en el riesgo para reducir las tasas de biopsias.
Se llevó a cabo un ensayo clínico aleatorizado, pragmático y multicéntrico con dos grupos paralelos: detección basada en el riesgo (n= 14.212) y anual (n= 14.160). Participaron 28.372 mujeres de 40 a 74 años sin antecedentes de cáncer de mama ni carcinoma ductal in situ. La intervención basada en el riesgo incluyó una evaluación multifactorial del riesgo, que comprendió la secuenciación de nueve genes de susceptibilidad, una puntuación de riesgo poligénico y el modelo Breast Cancer Surveillance Consortium (BCSC) versión 2. Esto estratificó a las participantes en cuatro categorías, cuyas recomendaciones de cribado variaron: (1) riesgo más alto (mamografía/resonancia magnética alternadas cada seis meses), (2) riesgo elevado (mamografía anual), (3) riesgo promedio (mamografía bienal) y (4) riesgo bajo (sin cribado hasta cumplir criterios de riesgo o edad). No se administraron fármacos.
La tasa de cánceres en estadio ≥IIB fue no inferior en el grupo de cribado basado en el riesgo (30 por 100.000 persona-años; IC 95%: 16,3-43,8) comparado con el grupo anual (48 por 100.000 persona-años; IC 95%: 30,1-65,5), con una diferencia de -18 (IC 95%: -40,2 a 4,1; P<0,001). Cabe destacar que no se observaron cánceres en estadio >IIB en la categoría de riesgo más alto. Sin embargo, las tasas de biopsia no fueron significativamente menores en el grupo de riesgo (diferencia: 98,7 por 100.000 persona-años; IC 95%: -17,9 a 215,3; P= 0,10), a pesar de que este grupo tuvo un menor número de mamografías (diferencia: -3.835,9; IC 95%: -4.516,8 a -3.154,9). La incidencia acumulada de cáncer, biopsias, mamografías y resonancias magnéticas se incrementó en correlación con la categoría de riesgo.
En conclusión, este estudio demuestra que la detección del cáncer de mama basada en el riesgo, integrando pruebas genéticas poblacionales, estratificó eficazmente el riesgo y la intensidad del cribado de manera segura y aceptable, logrando la no inferioridad en la identificación de cánceres avanzados. Aunque no redujo las tasas generales de biopsias, este enfoque representa un avance hacia una medicina de precisión en el diagnóstico mamario, optimizando la asignación de recursos y promoviendo una decisión informada.
Fuente bibliográfica
Risk-Based vs Annual Breast Cancer Screening: The WISDOM Randomized Clinical Trial
Esserman LJ, et al.
DOI: 10.1001/jama.2025.24784