Consumo cero de alcohol para una mejor salud
Los resultados de este estudio sugieren que las políticas de control debiesen ser revisadas a nivel mundial, reorientando esfuerzos hacia la reducción de la ingesta en la población en general.
El consumo de alcohol es un factor de riesgo principal de muerte y discapacidad, pero su asociación general con la salud sigue siendo compleja, dados los posibles efectos protectores de la ingesta moderada sobre algunas afecciones. Mediante un enfoque integral basado en el estudio Global Burden of Diseases, se generaron estimaciones mejoradas del consumo de alcohol y de los decesos atribuibles a la ingesta y a la discapacidad ajustada por años de vida (DAAV) para 195 localidades entre 1990 y 2016, para ambos sexos y para grupos de edad de 5 grupos etarios entre 15 años y 95 años y más.
Utilizando 694 fuentes de datos sobre el consumo de alcohol a nivel individual y poblacional, junto con 592 estudios prospectivos y retrospectivos sobre el riesgo de la ingesta, se produjeron estimaciones de la prevalencia de bebedores actuales, abstención, distribución del consumo de bebidas estándar diarias (definidas como 10 g de alcohol etílico puro), y las muertes atribuibles al alcohol y los DAAV. Se lograron varias mejoras metodológicas en comparación con cálculos anteriores: en primer lugar, se ajustaron las estimaciones de las ventas de alcohol para tener en cuenta el consumo turístico y no registrado; en segundo lugar, se efectuó un nuevo metanálisis de los riesgos relativos para 23 resultados de salud asociados con la ingesta; y en tercer lugar, se desarrolló un nuevo método para cuantificar el nivel de consumo que minimiza el riesgo general para la salud individual.
A nivel mundial, el alcohol fue el séptimo factor de riesgo principal tanto para las muertes como para la DAAV en 2016, representando el 2,2% (intervalo de incertidumbre [UI] del 95%: 1,5 - 3,0) de las muertes en mujeres tras estandarizar por edad y el 6,8% (5,8 - 8,0) de los decesos en hombres estandarizados por edad. Entre la población de 15 a 49 años de edad, el alcohol fue el principal factor de riesgo a nivel mundial en 2016, contribuyendo a un 3,8% de las muertes de mujeres y un 12,2% en hombres. Para la misma población, la DAAV atribuible a mujeres fue del 2,3% y en varones, de 8,9%. Las tres causas principales de mortalidad imputable a este grupo de edad fueron la tuberculosis, lesiones en carretera y autolesiones. Para las personas de 50 años o más, los cánceres representaron una gran proporción del total de defunciones debidas al alcohol en 2016, constituyendo el 27,1% de todas las muertes en mujeres y el 18,9% de las defunciones masculinas. Finalmente, se determinó que el nivel de consumo de alcohol que minimizó el daño a través de los resultados de salud fue de cero bebidas estándar por semana.
En conclusión, el consumo de alcohol es un factor de riesgo importante para la carga de morbilidad mundial y genera una pérdida sustancial de salud. El riesgo de mortalidad por todas las causas, y de cáncer en particular, aumenta con los crecientes niveles de alcohol. El grado de ingesta que minimiza el deterioro de salud es cero.
