Avances en la estimación de riesgo cardiovascular
La inclusión de biomarcadores, como las troponinas cardíacas de alta sensibilidad I y T, junto a factores de riesgo, mejora la predicción de la insuficiencia cardíaca y, en menor medida, de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica.
La identificación de personas con alto riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica dentro de la población es crucial para orientar las estrategias de prevención primaria.
Un equipo conformado por investigadores de varios países y liderado por el Dr. Johannes Tobias Neumann del Centro Médico de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf en Alemania, evaluó el valor pronóstico de los biomarcadores cardiovasculares disponibles en la práctica clínica cuando se agregan a los factores de riesgo establecidos.
Se realizó un análisis a nivel individual empleando datos de biomarcadores cardiovasculares de 164.054 personas (mediana de edad: 53,1 años; 52,4% mujeres) de 28 cohortes de la población general, abarcando 12 países y 4 continentes, con evaluaciones por edad de los participantes. La mediana de seguimiento fue de 11,8 años. Evaluaron la incidencia de enfermedad cardiovascular aterosclerótica, mortalidad por todas las causas, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular (ACV) isquémico e infarto de miocardio.
Se registraron 17.211 incidentes de enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Todos los biomarcadores se asociaron significativamente (IC 95%) con la incidencia de esta afección. El cociente de riesgo (HR) fue de 1,13 para la troponina I cardíaca de alta sensibilidad, de 1,18 para la troponina T cardíaca de alta sensibilidad, de 1,21 para el propéptido natriurético tipo B N-terminal, de 1,14 para el péptido natriurético tipo B y de 1,14 para la proteína C reactiva de alta sensibilidad. Asimismo, se observaron asociaciones significativas con la mortalidad por todas las causas, la insuficiencia cardíaca, el ACV isquémico y el infarto de miocardio.
La combinación de estos biomarcadores optimizó el modelo convencional. Las mejoras en la predicción del riesgo fueron más pronunciadas para la insuficiencia cardíaca y mortalidad por todas las causas. La precisión del modelo predictivo fue mayor en personas de 65 años o más que en las más jóvenes.
En resumen, los parámetros estudiados mostraron una asociación significativa tanto con eventos cardiovasculares fatales como no fatales, así como con la mortalidad. La incorporación de estos biomarcadores junto a los factores de riesgo establecidos condujo a una mejora en la predicción de la insuficiencia cardíaca y la mortalidad, y en menor medida, de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica.
Fuente bibliográfica
Prognostic Value of Cardiovascular Biomarkers in the Population
Neumann JT, et al. University Medical Center Hamburg-Eppendorf
JAMA. 2024 May 13:e245596