Análisis cualitativo del gaslighting en las relaciones románticas
Es una forma de abuso poco estudiada en la que un superviviente cuerdo y racional es convencido de su propia incompetencia epistémica con falsos pretextos por un agresor.
El gaslighting es un intento de convencer al superviviente de que no es un agente epistémico digno de confianza. Una vez que ha aceptado su incompetencia epistémica como un "hecho", el agresor puede utilizarla en su propio beneficio, sobre todo para evitar rendir cuentas de su propio comportamiento y controlar el del otro. Aunque este fenómeno se nombró por primera vez en la década de 1940, el término solo se ha utilizado de forma generalizada recientemente. En la actualidad, se aplica a una amplia variedad de contextos, desde las redes sociales hasta el lugar de trabajo, así como en entornos sanitarios y de salud mental y sobre todo, a las relaciones románticas
Investigadores dirigidos por el psicólogo Willis Klein, de la Universidad de Toronto (Canadá), han estudiado los signos de control coercitivo y los efectos del gaslighting, una forma de violencia de pareja íntima (VPI). Se invitó a los supervivientes (n=65) a una encuesta con 15 preguntas abiertas sobre sus experiencias, la trayectoria de la relación abusiva, los casos específicos, las consecuencias personales resultantes, cómo la relación afectó a su autoconcepto y el grado en que se habían recuperado del abuso.
En concreto, se quería examinar si los gaslighters adquirían más poder social que sus supervivientes, determinar si solían tener una meta objetiva o utilizaban la táctica por un conjunto de motivaciones más generalizadas, aportar pruebas empíricas para compararlas con las tácticas descritas en la literatura de autoayuda, investigar si existen etapas específicas es este tipo de relaciones (incluida la presencia de love-bombing) y determinar si la finalización de la relación facilita la recuperación.
El bombardeo amoroso, una forma de comunicación romántica excesiva, se encontró en la mayoría de las respuestas, normalmente al principio de la relación. Puede adoptar la forma de regalos, cumplidos frecuentes y niveles elevados de atención que pueden resultar abrumadores y monopolizar el tiempo del sujeto, aislándolo de los demás. Como su nombre indica, también puede incluir que el bombardero del amor diga "te quiero" a menudo y en las primeras fases de la relación.
Los resultados indican que la motivación del gaslighting parece estar relacionada con prácticas de control coercitivo. Los "gaslighters" motivados por el deseo de controlar a su pareja emplearon una mayor variedad de tácticas, como el establecimiento de normas, el abuso verbal, los daños a la propiedad y las amenazas. Las acusaciones de incompetencia, características del fenómeno y los intentos de aislar a la superviviente fueron frecuentes.
El aislamiento se consideraba parte integrante del comportamiento controlador, y a menudo comenzaba con opiniones negativas sobre los miembros de la familia y los amigos del superviviente. Aislarlo le impedía recibir consejos sobre los comportamientos cuestionables de su pareja, le hacía depender más para obtener atención social y podía haber contribuido a que los supervivientes tuvieran la sensación de "perder el control" de la realidad.
Los supervivientes informaron de frecuentes acusaciones de incompetencia cognitiva, inestabilidad mental o de ser "demasiado emocional", a veces en forma de preocupación, pero más a menudo enmarcadas como insultos. Desde el punto de vista táctico, estas acusaciones cuestionan directamente el autoconocimiento de los supervivientes y reducen su sentido de la realidad.
Los perpetradores también intentaron ejercer el control limitando la capacidad de las supervivientes para lograr objetivos externos a la relación, como la prosecución de los estudios o la promoción profesional, socavando constantemente la confianza en sí mismas y la autoestima.
Los supervivientes de las relaciones de gaslighting informaron de una disminución del sentido de sí mismos, un aumento de la cautela y una mayor desconfianza hacia los demás mucho después de que la relación terminara. Algunos declararon que no se habían recuperado de sus relaciones de gaslighting.
A pesar de los informes sobre el aumento de la desconfianza, la socialización fue la actividad más mencionada en respuesta a las preguntas sobre la recuperación. Participar o volver a participar en actividades con otras personas ayudó a recuperar el sentido de sí mismos. Las aficiones creativas con un fuerte componente de autoexpresión, como el arte o la escritura, también lo permitieron.
Por último, el estudio indica que el gaslighting es una experiencia traumática, y que el crecimiento personal postraumático puede ser positivo. Los relatos de recuperación solían centrarse en el establecimiento de límites más sanos en las relaciones o en tener un sentido "más claro" y "más fuerte" de uno mismo.
